El conflicto entre los taxistas y los VTC (Uber y Cabify) se llama 1 x 30
El conflicto entre los taxistas y los VTC (Uber y Cabify) se llama 1 x 30
No me extraña que el sector del taxi esté cabreado y en armas de huelgas y muestren una pancarta que parece una fórmula matemática: 1 VTC X 30 T. La solución a esta fórmula algebraica os la doy seguidamente:
ANTECEDENTES
Anterior a 2015 los taxistas necesitaban el permiso de conducción de la clase BTP que actualmente se ha suprimido para adaptarse a las categorías existentes en el Permiso Único Europeo de Conducción, común en los 28 estados de la Unión. El BTP era exigido para conducir taxis, ambulancias y otros vehículos de emergencia y escolares. Ahora se ha suprimido por el nuevo Real Decreto 1055/2015, de 20 de noviembre, por el que se modificaba el Reglamento General de Conductores del Real Decreto 818/2009, de 8 de mayo.
La supresión del permiso de la clase BTP, dio origen que cualquier conductor (con pocos requisitos) pudiera ejercer servicio público de viajeros tan solo con el permiso de la clase B. Lo cual es en cierta manera, increíble y discordante porque la UE siempre ha querido liberalizar el sector del servicio público de viajeros con conductor. Y este es el origen de que hayan surgido empresas de VTC (transporte de vehículos con conductor, como Uber y Cabify). Los vehículos de VTC estaban ya regulados por la Ley de Ordenación del Transporte Terrestre (LOTT) por el Real Decreto 1211/1990, de 28 de septiembre entre ellos el artículo 183.3 y el cupo o ratio de 1 X 30, que preceptúa lo de una licencia de VTC por 30 de taxistas (el R.D 1055/2015 mantiene este porcentaje), y dice así:
-3. En ejecución de lo que se
dispone en el artículo 48.2 de la LOTT, cuando la oferta de transporte público
de viajeros en vehículos de turismo se encuentre sujeta a limitaciones
cuantitativas en una comunidad autónoma o en alguno de los municipios que la
integran, el órgano competente podrá denegar el otorgamiento de nuevas
autorizaciones de arrendamiento de vehículos con conductor a fin de mantener el
adecuado equilibrio entre la oferta de ambas modalidades de transporte en su
territorio.
-Se entenderá en todo caso que se
produce una situación de desequilibrio, y en consecuencia procederá denegar el
otorgamiento de nuevas autorizaciones de arrendamiento de vehículos con
conductor, cuando la relación entre el número de las existentes en el
territorio de la comunidad autónoma en que pretendan domiciliarse y el de las
de transporte público de viajeros en vehículos de turismo domiciliadas en ese
mismo territorio sea superior a una de aquéllas por cada treinta de éstas.
Pero el 3º punto de este apartado
3 (art.183), también dice:
-No obstante, aquellas comunidades
autónomas [Valencia las tiene] que, por delegación del Estado, hubieran asumido
competencias en materia de autorizaciones de arrendamiento de vehículos con
conductor, podrán modificar la regla de proporcionalidad señalada en el párrafo
anterior, siempre que la que apliquen sea menos restrictiva que esa.
Una ley devastadora para el taxi es la denominada como Ley Ómnibus de 25/2009, de 22 de diciembre,
BOE»
núm. 308 sobre la modificación de 48
leyes para su adaptación al libre acceso a las actividades de servicios y su
ejercicio, que modificó entre otras leyes, la Ley 16/1987, de 30 de julio, de
Ordenación de los Transportes Terrestres. Para adecuar el Derecho español a la Directiva 2006/123/CE del Parlamento Europeo y del
Consejo, de 12 de diciembre de 2006, relativa a los servicios en el mercado
interior; por ello la Ley 25/2009, modificó 48 leyes en 48 artículos, agrupados
en seis Títulos.
¿Qué
ha sucedió?, pues que hubo un gran vació
legal con esta Ley Ómnibus, y que ante los muchos recursos judiciales, los jueces concedieron licencias VTC,
sin respetar este porcentaje de 1 VTC x 30 taxis, que ya estaba legislado,
como he dicho, desde 1990 (LOTT). Las
concedieron por la Ley de Ómnibus 25/2009, del gobierno socialista que dejaba
entonces (entre 2009 a 2013) un vacío legal en el sector del taxi y los
colegios profesionales. El número de licencias de alquiler de coche con conductor
(VTC) que existen en la Comunidad
Valenciana ya triplica el número marcado por la ley vigente. Así, debería haber
147, pero en la actualidad ya están en funcionamiento 216 a las que se sumarán
234 próximamente, que están aprobadas pero pendientes de entrega de la
documentación requerida o de ejecución de sentencias judiciales favorables. Con
esto, la cifra total será de 450 licencias, lo que triplicaría el máximo de 147,
según datos de la Consellería de Obras Públicas y Transportes.Las llamadas VTC, que en Alicante llegan a las 200, según estiman desde la asociación Radio-TeleTaxi, de las 5.890 en todo el territorio nacional, habiendo 67.089 licencia de taxis en España. Por ello se ha producido una “burbuja” de vehículos VTC (Uber y Maxi Molity Spain (que es Cabyfi). Lo curioso es que Uber no tiene ni un solo coche en propiedad, todos son subrogados de conductores autónomos, sin antecedentes penales, con un coche negro de alta gama, y con el permiso de conducir de la clase B. Las empresas VTC pagan una licencia que sale actualmente por unos 35.000 euros, según Carles Lloret, muy por debajo de la de un taxis, cuyo importe dependerá de los municipios en que ejerza su labor. Esto no quiere decir que los VTC sean ilegales, sino que exceden de los cupos o ratio que estableció la Ley 1055/2015.
Hace un mes Fomento, comunidades y ayuntamientos convinieron en analizar la posibilidad de dar más subvenciones al taxi, que estarían destinadas a la renovación de sus vehículos y a la promoción de plataformas digitales de solicitud de servicio por Internet. Además, el Ministerio conminó a las administraciones autonómicas y locales a "reforzar las inspecciones y los controles" a ambos sectores, algo que considera "esencial", una "absoluta necesidad". Aunque desconozco cómo van estas negociaciones.
CONCLUSIÓN
El sector del taxi tiene derecho a
reivindicar que se cumpla la ley vigente de los cupos o ratio de licencias VTC
del 1 X 30, y luchar contra la competencia desleal y el libre mercado. Porque,
si este sector no se controla, se puede crear una “burbuja” más embarazosa de
la ya existente, y creará una grave crisis y acabarían con el taxi. Y por otra
parte, los conductores de VTC son empleados subrogados de Uber y Cabify, y no controlan el negocio, por lo tanto no son
culpables de nada. La solución del conflicto entre el taxi y las VTC pasa por
una mesa de negociación entre el
Ministerio de Fomento, el Consell y los Ayuntamientos. En Valencia, la
Consellería competente es la de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del
Territorio. Porque partiendo del lema de que la unión hace la fuerza, también
se pueden conseguir, al menos, contrapartidas o subvenciones.
Ramón Fernández Palmeral
Alicante, 28 de julio de 2017