Ramón Fernández Palmeral.
Autor de “Cincuentenario de la muerte de Azorín”
El día 8 de junio de 2017 se celebra el 144
aniversario del nacimiento de José Augusto Trinidad Martínez Ruiz, «Azorín», en
Monóvar (Alicante) con la inauguración de un busto en la Plaza de la Sala, y un
concierto de órgano con dulzaina (o dolçaina
en valenciano),
en la parroquia de San Juan Bautista. Este órgano tiene la particularidad de
ser un instrumento barroco construido en 1771 por el conquense Julián de la
Orden. Está previsto que asistan miembros del Consell Valencià de Cultura, que
visitarán el Ayuntamiento y la Casa-Museo de la calle Salamanca, núm. 6, cuyo
director es José Payá Bernabé.
Es obligado recordar que los restos
mortales de Azorín se hallan en el cementerio municipal de Monóvar, pues habían
sido traídos el 8 de
junio de 1990 (23 años después su muerte) en tren especial desde la madrileña
estación de Chamartín, junto con los restos de su esposa Julia Guinda Urzanqui,
fallecida en 1974, ambos en un solo féretro. Como cuenta la nota de prensa
de la Agencia EFE: «En el acto de
exhumación [Sacramental de San Isidro de Madrid] asistieron, entre otros
familiares, Margarita Caro Eguilior, mujer de su sobrino político [Julio Rajal
Guinda] del escritor; el concejal de Cultura de Monóvar, Gonzalo Maluenda;
Antonio Martínez Sarrió, en representación de la Real Academia Española».
También estuvieron sus biógrafos Iman Fox y Santiago Ruipérez.
Me cuenta el hoy escritor y magistrado Julio Calvet,
que en esas fechas él era Juez Decano del Juzgado de 1ª Instrucción de Elda, y
le invitaron al acto de inhumación. Llegaron a la estación de Elda-Petrer,
acompañando al féretro, escritores y miembros de la Real Academia Española, y
también Ramón Serrano Suñer. Previamente se hizo una misa corpore insepulto en la iglesia de San Juan Bautista oficiada por
el obispo de Orihuela-Alicante, Francisco Álvarez. Una vez celebrados los actos
protocolarios fueron inhumados los restos mortales de Azorín y su esposa en el
panteón familiar del cementerio, cuyo cenotafio fue esculpido por el escultor
alicantino Vicente Ferrero, quien recientemente ha sido galardonado con el
Premio Nacional de Escultura.
Azorín volvía a su ciudad natal por su expreso deseo
manifestado en vida, donde como escribiera José Ferrándiz Lozano, en la prensa
de aquella época: «En Monóvar está su casa natal, la de su juventud, sus
muebles, su biblioteca, con cerca de diez mil volúmenes, sus cartas, sus fotos
sus originales».
Durante el presente año también celebramos el
cincuentenario de la muerte del autor de “La Voluntad” sucedida el jueves día 2
de marzo de 1967 a las nueve menos diez de la mañana en su domicilio de calle
de Zorrilla, número 21, segundo izquierda de Madrid a la edad de 93 años,
completamente lúcido mentalmente y consciente de que le había llegado la hora
de la muerte. Había tenido tiempo para prepararse para irse al más allá, pues
llevaba varios días con una infección renal que se complicó con una afección de
tipo circulatorio, siendo asistido por su médico de cabecera, el Dr. Izquierdo
Hernández, el cardiólogo Dr. Vega Díaz y el especialista en riñón Dr. Peña.
Murió el maestro en Madrid, la ciudad donde logró
ganar la deseada fama que ansiaba. El 24 de noviembre de 1896 había partido en
un vagón de tercera clase en un viaje de treinta horas, y en 1990, en su último
trayecto casi un siglo después, regresó con todos los honores que merecía.