Noticias de ABC. 3-11-2016
Se da la circunstancia de que su padre de Espinade, Senador de Podemos desde 2015t, es Ramón Espinar Gallego, militante socialista y afiliado a UGT. Está acusado de apropiación indebida junto a otros 64 exdirectivos de la Caja Madrid por gastar, mediante una de las llamadas «tarjetas black», 178.400 euros entre 2003 y 2010 en hoteles, viajes, restaurantes, ropa, zapatos, supermercados, droguerías, farmacias y grandes almacenes. La Fiscalía Anticorrupción pide para él cuatro años de prisión y 81.000 euros de multa.
El progenitor del dirigente de Podemos fue vocal en el consejo de administración de la entidad madrileña entre 1995 y 2010, llegando a ser vicepresidente de la caja de ahorros bajo el mandato de Miguel Blesa. «Llevaba una contabilidad doméstica. Yo no soy un chorizo», se defendió Espinar hace un mes durante el juicio en la Audiencia Nacional. El socialista egrimió entonces que había recibido esa Visa en concepto de libre disposición, pero para usarla con prudencia. A pesar de defender la legalidad de esos cargos, el imputado ha devuelto el dinero que gastó con su tarjeta supuestamente opaca. «He tenido que ahorrar para poder devolver el dinero», apuntó ante las preguntas de la Sala.
Fue el alcalde —de Leganés— más joven de España, consejero de la Comunidad de Madrid y presidente de la Asamblea regional. Pero la fama le llegó por ser uno de los exconsejeros de Caja Madrid que cargó gastos personales a la entidad mediante una de las llamadas «tarjetas black».
.......................hay que investigarlo hasta que diga la verdad.........................
Más en ABC
El portavoz de Podemos en el Senado, Ramón Espinar Merino,
se autodeclaraba un joven precario y con incierto futuro laboral
cuando, hace menos de tres años, caldeaba el activismo social desde la
plataforma denominada «Juventud Sin Futuro» y se prodigaba en los movimientos de los «indignados» del 15-M. Menos de dos años después, sus ingresos se habían multiplicado un 658% -y ahí siguen-, gracias a aquella «indignación» del 15-M que le dio el salto a la política profesional en tiempo récord.
Su pasado laboral inmediato es escueto: teleoperador contratado y becario en la Universidad Complutense tras acabar sus estudios de Ciencias Políticas. De ahí, gracias a su activismo en el entorno de Pablo Iglesias, Monedero y Errejón con la que se fraguó Podemos, Espinar empezó a abrirse paso hacia la política profesional y a hacerse hueco como tertuliano y articulista en medios de comunicación, lo que le reportó ingresos significativos para lo que era su economía personal -6.200 euros cobró por este concepto en 2014, año en el que declaró haber cobrado otros 1.641 euros como teleoperador-.
En 2010 compró y vendió el piso de protección oficial que ahora le ha situado en situación comprometida. Rápido negocio doméstico al calor del ladrillo con patrocinio público que le dejó un beneficio de 30.000 euros cuando todavía era estudiante.
En 2014, Espinar Merino -hijo del político socialista Ramón Espinar Gallego, imputado en el caso de las tarjetas 'black' de Caja Madrid- declaró unos ingresos por «rendimientos del trabajo» de 7.846,91 euros en todo el año. Así lo hizo constar en la declaración de bienes y rentas que presentó cuando tomó posesión como diputado regional en la Asamblea de Madrid, tras las elecciones autonómicas de mayo de 2015.
Aquel escaño le disparó los ingresos medios mensuales un 658% a sus casi estrenados 29 años de edad -ahora tiene 30-. Como diputado de la Asamblea de Madrid en régimen de dedicación exclusiva tiene una retribución de 3.503,46 euros en 14 pagas anuales, lo que da un salario total de 49.048,44 euros al año.
A este sueldo se le añaden las indemnizaciones complementarias que perciben los parlamentarios. En este caso las que le corresponden a Espinar son las que rigen en el Senado, porque tras ser elegido parlamentario regional fue nombrado senador de designación autonómica -la cuota que directamente le toca elegir a cada parlamento regional en la Cámara Alta-.
En el Senado, esas indemnizaciones -exentas de tributación- son de 869,09 euros mensuales para los senadores que -como es el caso de Espinar- residen en la Comunidad de Madrid. Estas indemnizaciones están concebidas para que los parlamentarios de la Cámara Alta cubran los gastos que les origine su actividad como senadores.
Entre la retribución -cobra la de la Asamblea de Madrid, porque optó por mantener ese sueldo en vez de acogerse al del Senado- y las indemnizaciones de la Cámara Alta, Ramón Espinar roza los 60.000 euros al año -exactamente, 59.477,52-. Eso sin contar las cotizaciones a la Seguridad Social que la Asamblea de Madrid abona como político asalariado en régimen de dedicación exclusiva.
Su salto a la política desde su activismo en «Juventud Sin Futuro» y el 15-M le ha supuesto a Ramón Espinar disparar sus ingresos medios mensuales: de los 654 euros de promedio que ingresaba en 2014, a los 5.000 que, en números redondos, percibe desde hace más de un año.
Su pasado laboral inmediato es escueto: teleoperador contratado y becario en la Universidad Complutense tras acabar sus estudios de Ciencias Políticas. De ahí, gracias a su activismo en el entorno de Pablo Iglesias, Monedero y Errejón con la que se fraguó Podemos, Espinar empezó a abrirse paso hacia la política profesional y a hacerse hueco como tertuliano y articulista en medios de comunicación, lo que le reportó ingresos significativos para lo que era su economía personal -6.200 euros cobró por este concepto en 2014, año en el que declaró haber cobrado otros 1.641 euros como teleoperador-.
En 2010 compró y vendió el piso de protección oficial que ahora le ha situado en situación comprometida. Rápido negocio doméstico al calor del ladrillo con patrocinio público que le dejó un beneficio de 30.000 euros cuando todavía era estudiante.
En 2014, Espinar Merino -hijo del político socialista Ramón Espinar Gallego, imputado en el caso de las tarjetas 'black' de Caja Madrid- declaró unos ingresos por «rendimientos del trabajo» de 7.846,91 euros en todo el año. Así lo hizo constar en la declaración de bienes y rentas que presentó cuando tomó posesión como diputado regional en la Asamblea de Madrid, tras las elecciones autonómicas de mayo de 2015.
Aquel escaño le disparó los ingresos medios mensuales un 658% a sus casi estrenados 29 años de edad -ahora tiene 30-. Como diputado de la Asamblea de Madrid en régimen de dedicación exclusiva tiene una retribución de 3.503,46 euros en 14 pagas anuales, lo que da un salario total de 49.048,44 euros al año.
A este sueldo se le añaden las indemnizaciones complementarias que perciben los parlamentarios. En este caso las que le corresponden a Espinar son las que rigen en el Senado, porque tras ser elegido parlamentario regional fue nombrado senador de designación autonómica -la cuota que directamente le toca elegir a cada parlamento regional en la Cámara Alta-.
En el Senado, esas indemnizaciones -exentas de tributación- son de 869,09 euros mensuales para los senadores que -como es el caso de Espinar- residen en la Comunidad de Madrid. Estas indemnizaciones están concebidas para que los parlamentarios de la Cámara Alta cubran los gastos que les origine su actividad como senadores.
Entre la retribución -cobra la de la Asamblea de Madrid, porque optó por mantener ese sueldo en vez de acogerse al del Senado- y las indemnizaciones de la Cámara Alta, Ramón Espinar roza los 60.000 euros al año -exactamente, 59.477,52-. Eso sin contar las cotizaciones a la Seguridad Social que la Asamblea de Madrid abona como político asalariado en régimen de dedicación exclusiva.
Su salto a la política desde su activismo en «Juventud Sin Futuro» y el 15-M le ha supuesto a Ramón Espinar disparar sus ingresos medios mensuales: de los 654 euros de promedio que ingresaba en 2014, a los 5.000 que, en números redondos, percibe desde hace más de un año.