En la mañana de hoy jueves veinte de octubre
de dos mil dieciséis, hemos asistido en la Sala de Exposiciones del Palacio
Provincial de la Diputación de Alicante, a la inauguración de la exposición
“LUJAN ANTOLÓGICA 50 AÑOS”, con la que
se hace justicia a uno de los más completos pintores con los que cuenta nuestra
Asociación de Artistas Alicantinos.
Y de ello ha
dejado constancia el vicepresidente
segundo y diputado de Cultura y Educación, CESAR AUGUSTO ASENSIO, quien
presidia y abrió el acto, y ha desgranado haciendo gala de su prodigiosa
memoria, la semblanza completa de un pintor de inigualable currículum entre
nosotros y de una trayectoria pictórica en la que ha tocado todas las técnica y
temas de la pintura, basado en un aprendizaje académico del dibujo que impregna
toda su obra, en la que ha reflejado nuestra tierra como alicantino de
adopción,: sus paisajes, lugares y personajes variados, realizados en
diferentes momentos de su carrera, que muestran las diversa tendencias y
concepciones de su pintura durante estas cincuenta años. Así encontramos
pinceladas impresionistas, trazos expresionistas, composiciones geométricas,
como fruto de la exploración artística que ha desarrollado en su aventura como
creador. En fin, una vida dedicada al arte a la que podemos asomarnos gracias a
esta muestra única, que con orgullo acogemos en nuestro Palacio Provincial.
Tras las
palabras del diputado, un LUJAN emocionado agradeció a los rectores de la
Diputación en general y a su diputado de Cultura en particular, el haberle proporcionado
la oportunidad de festejar con esta antológica sus cincuenta años con la
pintura y por su presentación laudatoria que entendía era producto del afecto
hacia su persona que era mutuo, pues se consideraba su amigo, y también por su
dedicación a la cultura y al arte en general. Luego agradeció a su familia el
apoyo a su vida de pintor, y para esta exposición , a sus dos hijas, sin las
cuales no le hubiese sido posible preparar por sí solo. Luego citó a la
presidente del Ateneo de Alicante y a sus compañeros de la Asociación de
Artistas Alicantinos, que habían venido a acompañarle en la inauguración pese a
la hora intempestiva y el día desapacible, teniendo un especial reconocimiento
hacia el secretario de la Asociación que desde aquí agradezco. Luego cito a
quien le hubiese gustado contar con su
presencia, su amigo el Académico de la Real de Cultura Valenciana, Joaquín
Santo Matas, que le fue imposible asistir pero que estaba presente en el texto
del excelente catalogo que para la ocasión había editado la Diputación. Finalizó, agradeciendo, una vez más, a los
que aun siendo día laborable, hora intempestiva y un día desapacible, hicieron
el esfuerzo de acompañarle.
Tras
finalizar sus palabras, el diputado invitó a los asistente a contemplar la obra,
como él lo iba a hacer con el artista para que se la fuera comentando.
Y fue
entonces cuando se repartió el catálogo editado y comenzó el ritual de dejar constancia
gráfica del acontecimiento, para lo cual allí estaba nuestro vicepresidente-fotógrafo
FERNANDO MATEO, quien con su habitual paciencia para acceder a la demanda de
quienes lo reclamaban, fotografió a diestro y siniestro a todos los que así lo
hicieron y de motu proprio a las obras y
al ambiente de la sala.
FUERA DEL CONTEXTO INAUGURAL
(Aquí
trascribo la presentación gestada a petición
LUJAN, a la que “el protocolo” puso veto, pero quiero que sea mi
homenaje a un amigo entrañable)
Señoras
y señores. Señor diputado. Amigos y compañeros.
Hoy es un
gran día para nuestro amigo y compañero, VICENTE LUJAN, pero tambien para todos
los que admiramos su obra pictórica y recocemos en él la de un maestro en el
arte de la pintura y del dibujo, al que por fin se le hace justicia con esta
antológica que no es “post mortem” como suele ser costumbre, porque afortunadamente sigue vivo y coleando,
pintando, y enseñando y exponiendo como ha hecho a lo largo de su fructífera
vida artística y expositiva, que no voy a reseñar para no aburrir.
Lujan es valenciano de nacimiento, alicantino
de adopción y afincado entre nosotros desde el 75. Su formación la llevo a cabo en la ciudad del Turia, iniciando estudios en la Escuela de Artes y
Oficios Artísticos y posteriormente en la Escuela Superior de Bellas Artes de
San Carlos, la misma en la que muchos años antes se había formado
académicamente hablando, su paisano Sorolla.
Por razones obvias, Vicente respira por todos sus poros
pictóricos, su formación academicista, y esto que a veces se deja caer como un
desdoro para la frescura de una obra, para muchos de los que no hemos tenido la suerte o la
oportunidad de formarnos académicamente, es motivo de sana envidia. El haber
sido alumno de Genaro Lahuerta, Joaquín Michavilla o Francisco Lozano, entre
otros, indudablemente marca y se deja ver en su obra que a veces denota el aire inconfundible de aquellos
maestros que más influyeron en su formación. Sin embargo, nuestro Visent, se
ha ido desprendido en parte del “abrazo
del oso” que a otros deja para siempre en simples imitadores (recuérdese a
los sorollistas) y ha logrado que los “lujanes” se distingan a
siete leguas, signo inconfundible de la
personalidad de un pintor. Es decir, que Lujan tiene estilo
propio y no necesita firmar sus obras para ser reconocidas. Eso es algo que
solo se puede decir de muy pocos artista
en el panorama pictórico alicantino y de la Comunidad Valenciana. Sus jardines
lacustres, impresionaran al que los contemple por primera vez. Los verdes quebrados
de las hojas de los nenúfares y las aguas estancadas, en las que reverberan los
azules del cielo reflejado, y las siluetas de los elegantes cipreses mecidos
por la brisa, que se asoman al opaco
espejo de las aguas ”verde vejiga-negro-azul” del fondo del estanque, tienen el
sello propio y único del estilo LUJAN: sobrio, elegante y sin concesiones al
rojo complementario, que cualquier pintor hubiera caído en la tentación de
añadir, porque las flores estaban allí, abiertas para él. Pero si las hubiera
reflejado en el cuadro, quizá ya no
sería “un LUJAN”.
Como vemos en esta antológica, Lujan
puede enfrentarse con éxito a todos los temas y técnicas, pero creemos que se
encuentra más en los paisajes al óleo desnudo de huella humana; en la
reciedumbre de los troncos retorcidos del paisaje castellano o extremeño; en
la geometría urbana y los bodegones un tanto cubistas, con
influencias y acentos de abstracción figurativa
del precursor Cézanne y de sus
seguidores Juan Gris y Braque En fin, estos y algunos más como la figura y el retrato son “sus temas”
más queridos.
Pero en contra de lo que pudiera
parecer, no es su temática lo que más contribuye a identificar el estilo
“Lujan”. En mi opinión, es el color, su color, la característica principal de
su pintura. Verdes sobriamente quebrados: azules neutros; marrones sabiamente
enrojecidos o ennegrecidos; blancos avioletados y ocres oscuros, conforman el
color “Lujan” fruto de su
personalidad reflexiva y un tanto tímida,
diría yo, que huye como del diablo de la nota contrastada de color. Nota que si
algún día llegara a dar “ya no sería mi Lujan”, me lo abrían cambiado y queda
la duda si para mejor.
Y finalizo diciendo lo que tengo que
decir: que ha tenido que ser nuestra Diputación, la Dipu de los pueblos como
dice su eslogan, la que le ha hecho justicia a este gran pintor, ofreciéndole
el majestuoso Palacio Provincial para esta antológica que es el compendio de cincuenta años de trabajo
creativo de un pintor que estoy seguro que pasara, (espero y deseo que sea bien
tarde), a la historia de la pintura alicantina y valenciana de la que en vida
es ya figura prominente.
Alicante, 20 de octubre de 2016