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jueves, 11 de agosto de 2016

Mireia Belmonte gana la medalla de oro olimpico en los 200 mariposa. Brasil


La nadadora española suma su primer oro olímpico, su segundo metal en Río y el segundo de la delegación española, tras reinar en su prueba con un tiempo de 2: 04: 85


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Mireia Belmonte con la medalla de oro en los 200 estilos. REUTERS
Mireia Belmonte atacó. Pero atacar, en natación, no es un acto impulsivo. Mireia atacó durante cuatro años. Atacó estudiando el pasado, repasando su pesadilla una y otra vez, en busca de las causas que le hicieron perder la final de 200m mariposa de los Juegos de Londres en los últimos 30 metros. Durante cientos de jornadas compensó sus carencias en el gimnasio, en donde desarrolló la potencia muscular que le faltaba adquirir para no hundirse en esos 30 metros malditos en los que los músculos de los hombros queman y el cuerpo comienza a paralizarse infectado por el ácido láctico. Una vez adquirida la fuerza la trabajó para aplicarla al agua. Cada día. En sesiones que la llevaron de las siete de la mañana a las once de la noche, de la piscina a las pesas, de las pesas a los saltos, de los saltos a la barra de dominadas, y de allí al agua otra vez atándose el cable de un guinche a la cintura para nadar contra el motor que la tiraba hacia atrás. Bajo el agua. En apnea. Llevando su organismo al límite cada vez. Para mejorar su viraje. Para poder resistir la descarga del lactato cuando necesitase hacer el esfuerzo supremo, en Rio, el 10 de agosto de 2016, la noche del ataque al oro. El oro que finalmente atrapó en el último centímetro de una carrera extremadamente táctica. El primer oro olímpico de un nadador nacido en España. Un genuino producto del conocimiento empírico, del trabajo y la determinación.