La haltera leonesa suma el cuarto metal para la delegación española
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Rio de Janeiro
Decía Lydia Valentín el día que llegó a la Villa Olímpica que esperaba que le enviasen pronto la medalla de Londres porque le pertenecía. En Londres fue cuarta, pero las tres halteras que subieron al podio han sido sancionadas por dopaje. Cuatro años después, la española de 31 años, ya tiene su medalla. La que no pudo colgarse en su día, la que no pudo celebrar, la que le otorgaron –que no entregaron- cuatro años después. Sí la celebró en Río, un bronce, con su coleta rubia, sus gestos coquetos a la grada y los labios pintados de rosa-fucsia. Fue un grito de liberación el suyo después del último levantamiento. Y sonrió contenta antes de recibir el abrazo de su técnico.