“Una investigación precisa para evitar descalificaciones”
Fran Serrato
Mirta Núñez, directora de la Cátedra de Memoria Histórica de la
Universidad Complutense (UCM), máxima responsable del estudio para
cambiar los nombres franquistas de las calles, asegura que nunca ha
cobrado “un salario” por tal actividad. Cuenta que todo lo que realiza
lo hace como voluntaria “para la recuperación de la memoria, aunque hay
gente que solo entiende de dinero”. Sostiene que su único sueldo
proviene de su puesto como profesora titular en la universidad.La docente explica que la cátedra que dirige desde 2013 (se creó en 2004) no tiene trabajadores, tan solo voluntarios (no concreta el número), y que los 17.999 euros que se cobrará por el trabajo irán destinados a la cátedra, aunque no certifica cómo se distribuirán. “Eso, como el proyecto, se explicará el 22 de abril [fecha de presentación oficial del estudio]”.
La también directora del departamento de Comunicación Social de la UCM afirma que, como parte del cambio que está sufriendo el mundo cultural, cátedras como la suya se abren para “recibir algún tipo de apoyo económico para el desarrollo de su actividad”. Cree que esa cantidad servirá para financiar los estudios de “una investigación muy precisa para evitar descalificaciones”.
Esas críticas relativas al cambio en el callejero madrileño han llegado porque en la propuesta previa había errores en relación con diversos nombres a eliminar. Uno de ellos, el del aviador Francisco Iglesias Brage, al que sitúan en el bombardeo de la masacre de Málaga cuando nunca estuvo allí, “y cuyo caso se explicará en abril”, según la experta. El comandante Zorita, por ejemplo, tiene calle por ser el primer español que rompió la barrera del sonido, no por ser aviador franquista.
Según Núñez, esos errores pueden existir, pero subraya que detrás de la historia también hay una interpretación. “La División Azul, según el franquismo, fue a Rusia a combatir el comunismo, pero se oculta que lo hizo como parte del Ejército nazi”.
Núñez siente que estos últimos días ha sufrido un ataque personal por la “derecha mediática”, que “acude a lo personal y lo hace de forma tergiversada”. Sin embargo, ayer la experta rehusó dar su versión sobre las críticas que ha recibido.