Ya se sabe qué pasó con Antonio Baños. Abrazó el movimiento antisistema, el
anticapitalismo y el independentismo catalán y ahora se ha propuesto desafiar el
sistema métrico decimal y otras bases fundamentales de la estadística.
Su última aportación, como comunicador, a sus posturas antisistema no
tiene una vertiente política, ni económica, sino científica, pues lo
último que ha dicho que tenga que ver con lo que sabe es que las
matemáticas son diabólicas. Así explicó el empate perfecto tras el
legendario recuento de la votación de la asamblea de la CUP para decirle
sí o no a Mas. El azar (¿o la necesidad?) dejó sin palabras a la
concurrencia, menos a Baños, acostumbrado a hablar para explicar a los
idiotas lo que éstos no saben.
Antonio Baños Boncompain es un cuarentón en el paro que un día, harto de
sufrir los reveses de la economía, decidió acabar con esa pseudociencia
dejando de prestarle atención. Nació y vive en Nou Barris, en
Barcelona. Su vida ha sido variada y extemporánea pero ha estado regida
siempre por los cánones propios de un pensador de principios de siglo:
fidelidad al mileurismo y una firme adhesión a la precariedad, tanto
laboral como intelectual.
Todos somos gilipillas, menos Antonio Baños.
Ya empiezan las dimisiones en la CUP, la primera la de Antonio Bañso
El porceso soberanista no les conviene ni a los catalanes independentitas.
Tranquilo Artur Mas que la CUP al final accederá a tu reales deseo , y in-extremis te investirá a ti o a otro.
.................sábado 9 de enero 2016..............
Artur Mas, el gran escollo para alcanzar un pacto, ha aceptado retirar su
candidatura, y en estos momentos se encuentra reunido en el Palau de la
Generalitat con miembros de la dirección de Convergència Democràtica. La juegos independentistas han acabado con Mas, ahora viene otra huida hacia adelnate, donde una multud de empresas se irán a Madrid o Valencia.
Puigdemont forma parte de la generación de dirigentes de Convergència
que aprovecharon los años en que CiU se quedó sin el gobierno de la
Generalitat para renovar el proyecto político y lograr importantes cotas
de poder municipal. Su proyección más allá de Girona le llegó gracias a
ostentar la presidencia de la Asociación de Municipios para la
Independencia (AMI) desde el pasado verano. Este cargo le valió a
Puigdemont escalar posiciones dentro de la candidatura de Junts pel Sí,
de la que fue número tres en las pasadas elecciones.
