La cumbre de Antalya, la décima que celebra el G20, no se recordará
por la aprobación de nuevas medidas para resteñar las heridas que ha
dejado la crisis financiera en la economía mundial. Más al contrario, el
comunicado final de la cumbre, que acabó este lunes, admite que el
crecimiento económico mundial es “desigual y continúa por debajo de
nuestras expectativas”. También, que los países ricos y emergentes
reunidos en este foro, deben “hacer más”, aunque nada de lo expuesto en
el texto suponga un cambio sustancial sobre decisiones ya en marcha.
El año pasado, en Brisbane (Australia), los países del G20 recopilaron las reformas que piensan llevar a cabo para añadir dos puntos porcentuales a su crecimiento en 2018. Los organismos internacionales que supervisan este objetivo (FMI, OCDE y Banco Mundial) coinciden en que más de la mitad de esas reformas ya se han llevado a cabo, pero su impacto en la evolución de la economía mundial se antoja muy escaso frente al frenazo de China, el efecto de la caída de las materias primas en los países emergentes, o las dificultades de Europa para retomar el crecimiento. En 2015, según el FMI, el PIB mundial apenas crecerá un 3%, frente al 3,4% del año pasado. Y, así, la reducción del paro se hace más difícil.
El año pasado, en Brisbane (Australia), los países del G20 recopilaron las reformas que piensan llevar a cabo para añadir dos puntos porcentuales a su crecimiento en 2018. Los organismos internacionales que supervisan este objetivo (FMI, OCDE y Banco Mundial) coinciden en que más de la mitad de esas reformas ya se han llevado a cabo, pero su impacto en la evolución de la economía mundial se antoja muy escaso frente al frenazo de China, el efecto de la caída de las materias primas en los países emergentes, o las dificultades de Europa para retomar el crecimiento. En 2015, según el FMI, el PIB mundial apenas crecerá un 3%, frente al 3,4% del año pasado. Y, así, la reducción del paro se hace más difícil.