La pequeña playa de La Mirandole, en el municipio de Vallauris, cerca
de Cannes, en el deparlamento de los Alpes Marítimos, estará cerrada al
público durante los días que permanezca de vacaciones en el pueblo el
rey de Arabia Saudí, Salmán Bin Abdelaziz.
Así lo han decidido por motivos de seguridad las autoridades de la
zona, lo que ha originado las protestas del vecindario y los turistas.
El monarca saudí, que posee una mansión construida sobre la playa, tiene
previsto desplazarse a Vallauris en los próximos días y pasar al menos
dos semanas en el lugar.
Las protestas en la localidad, de 26.000 habitantes, se iniciaron el pasado viernes. Fue cuando descubrieron que varios operarios estaban construyendo sobre la arena de la playa, y justamente debajo de la mansión, una plataforma de cemento que, en teoría, iba a servir para colocar un ascensor provisional para comunicar con la casa del monarca saudí. En paralelo, otros operarios depositaron en el lugar unas mallas metálicas que, como explicaron ellos mismos, iban a servir para impedir el acceso del público a la playa, incluido el paso de un túnel bajo la línea férrea que es el principal acceso desde el núcleo urbano a la arena.
El subprefecto de la región Provenza-Alpes-Costa Azul, Philippe Castanet, explicó de inmediato que, en efecto, estaba prevista la clausura provisional de la playa para evitar poner en peligro al rey “de un país en guerra”. Arabia Saudí es miembro de la coalición internacional que combate al Estado Islámico en Irak y, además, el rey Salmán inició tras acceder al trono este año otra guerra en Yemen. Castanet insistió en que una medida de ese tipo se hará “cada vez que una personalidad de primer orden ocupe la villa”, en referencia a la mansión saudí. La navegación también quedará prohibida a menos de 300 metros de la costa.
El monarca de Arabia Saudí posee esa enorme casa, llamada el Castillo de la Aurora, desde hace más de tres décadas. Los edificios y el jardín ocupan un kilómetro de costa, de los que unos 200 están sobre La Mirandole. En los años ochenta, su servicio de seguridad cortó el acceso público a un sendero próximo a la masión, pero las autoridades francesas le obligaron a reabrirlo. Ahora, en cambio, cuenta con el respaldo para cerrar la playa.
Las protestas en la localidad, de 26.000 habitantes, se iniciaron el pasado viernes. Fue cuando descubrieron que varios operarios estaban construyendo sobre la arena de la playa, y justamente debajo de la mansión, una plataforma de cemento que, en teoría, iba a servir para colocar un ascensor provisional para comunicar con la casa del monarca saudí. En paralelo, otros operarios depositaron en el lugar unas mallas metálicas que, como explicaron ellos mismos, iban a servir para impedir el acceso del público a la playa, incluido el paso de un túnel bajo la línea férrea que es el principal acceso desde el núcleo urbano a la arena.
El subprefecto de la región Provenza-Alpes-Costa Azul, Philippe Castanet, explicó de inmediato que, en efecto, estaba prevista la clausura provisional de la playa para evitar poner en peligro al rey “de un país en guerra”. Arabia Saudí es miembro de la coalición internacional que combate al Estado Islámico en Irak y, además, el rey Salmán inició tras acceder al trono este año otra guerra en Yemen. Castanet insistió en que una medida de ese tipo se hará “cada vez que una personalidad de primer orden ocupe la villa”, en referencia a la mansión saudí. La navegación también quedará prohibida a menos de 300 metros de la costa.
El monarca de Arabia Saudí posee esa enorme casa, llamada el Castillo de la Aurora, desde hace más de tres décadas. Los edificios y el jardín ocupan un kilómetro de costa, de los que unos 200 están sobre La Mirandole. En los años ochenta, su servicio de seguridad cortó el acceso público a un sendero próximo a la masión, pero las autoridades francesas le obligaron a reabrirlo. Ahora, en cambio, cuenta con el respaldo para cerrar la playa.