Las costumbres españolas que sorprenden a los extranjeros
La siesta, los horarios, las tapas, los saludos cariñosos... Repasamos esas cosas que fascinan a los turistas
redacción 24.07.2015 | 12:43
La siesta, una de las costumbres españolas.
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La siesta: ese rato de relax y adormecimiento que sigue a la comida principal del día es uno de las costumbres que sigue fascinando, para bien o para mal, a los extranjeros. Durante muchos años no se ha librado de duras críticas. ´The New York Times´ propuso hace unos años que se eliminara para incrementar la productividad laboral. Por otro lado, muchos de los extranjeros que residen o visitan España sí se muestran más partidarios de ella y no dudan en tomar un ´nap time´, que es como se denomina a la siesta en inglés.
Los toros: si bien están lejos de tener la misma popularidad que en décadas pasadas, las corridas de toros también provocan puntos de vista opuestos entre los extranjeros. Para unos es ejemplo de maltrato animales, pero para otros es señal de pasión y tradición, dos de las características con las que se más se identifica a España en el extranjero.
La comida: la dieta mediterránea, uno de los símbolos de la gastronomía española, es apreciada y vista con cierta extrañeza al mismo tiempo. Los restaurantes de la península están entre los mejor valorados de todo el mundo, pero determinadas combinaciones, como el melón con jamón, los cocidos de legumbres o el emplear aceite de oliva en muchos platos sigue llamando la atención a muchos turistas.
Los horarios: es uno de los puntos que más asombra a los extranjeros que conocen España. Muchos de ellos, pese a vivir aquí, no terminan de adaptarse a un ritmo por el que se come entre las 14 y las 15 horas y se cena entre las 20 y las 22 horas, dos tramos horarios que en otros países se dedican para otras actividades. Asimismo, también sorprende el horario tradicional de los españoles para salir del trabajo, ya que la conciliación de la vida familiar y laboral están más extendidas.
Saludos: En muchos países extranjeros, el contacto físico es limitado, incluso entre allegados y amigos. Por eso sorprende la familiaridad con la que muchos españoles se dan un abrazo o una palmada en el hombro. También la costumbre de dar dos besos en la mejilla llama la atención de muchos extranjeros.
Salir de tapas: Se trata de una de las costumbres que más poderosamente cautiva a los extranjeros, en especial a los que residen en el país. Acabar la jornada laboral y confraternizar con compañeros y amigos no es algo que se prodigue en otros países. Y si, además, se une a una cerveza y una ración de jamón, patatas o pinchos, aún es más fascinante.
Idiomas: Muchos de los turistas que llegan a España se quejan de la dificultad para encontrar personas que hablen su idioma. Los problemas de los españoles para dominar una segunda lengua son otro aspecto que se critica en el exterior, si bien España es uno de los países donde los visitantes puntúan en mayor medida la hospitalidad y la amabilidad.