La policía ha dado un paso más en la investigación sobre los pagos
que un socio de Rodrigo Rato, José Manuel Solà, hizo a diversos miembros
de la familia Pujol.
En un informe remitido al juez de la Audiencia Nacional Santiago
Pedraz, al que ha tenido acceso EL PAÍS, los investigadores concluyen
que cuatro hijos del expresidente catalán Jordi Pujol —Josep, Oleguer, Jordi
y Pere— presentaron “facturas falsas” a una empresa de Solà para cobrar
más de 100.000 euros por supuestos trabajos de asesoramiento en una
operación inmobiliaria. Los investigadores no han hallado rastro alguno
de esos servicios facturados.
En 2007, el socio de Rato abonó una factura de casi 68.000 euros a Josep Pujol Ferrusola —con el que había compartido un negocio inmobiliario— por “análisis, estudios e informes” sobre “la venta de un hotel en Bagergue”. La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) considera que se trata de un pago injustificado: primero, porque “no hay rastro alguno” de los supuestos trabajos y el supuesto contrato fue solo verbal; segundo, porque las personas que sí está constatado que participaron en la operación “no tienen constancia” de que lo hiciera Josep Pujol; y tercero, porque “no se acierta a localizar correctamente” el lugar donde está el hotel: Baqueira, en el Pirineo catalán.
En 2007, el socio de Rato abonó una factura de casi 68.000 euros a Josep Pujol Ferrusola —con el que había compartido un negocio inmobiliario— por “análisis, estudios e informes” sobre “la venta de un hotel en Bagergue”. La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) considera que se trata de un pago injustificado: primero, porque “no hay rastro alguno” de los supuestos trabajos y el supuesto contrato fue solo verbal; segundo, porque las personas que sí está constatado que participaron en la operación “no tienen constancia” de que lo hiciera Josep Pujol; y tercero, porque “no se acierta a localizar correctamente” el lugar donde está el hotel: Baqueira, en el Pirineo catalán.