A
ésta,“LA ÚLTIMA CENA”…..le faltó vino….
A
ésta,“LA ÚLTIMA CENA”…..le faltó vino….
Nueva entrega dramática de Roberto Mira
estrenada reciente y casi simultáneamente en los Auditorios,llenos,como siempre
de las Casas de Cultura de San Juan y Muchamiel; y que evidencian su enorme
fertilidad y caudal creativo.
Se alza el telòn…y nos recibe una sobria mesa a la que se aplican unos
personajes que dialogan entre sí,mientras que una encargada o regidora nos va
introduciendo la entidad de este comedor social y enmarcando las especiales
circumstancias que les concitan, esta noche, a tan especial cena:la celebración
del tercer aniversario de su apertura ,que contará con la señalada asistencia
de su dama madrina y mecenas.Sobre este aparentemente aséptico e inocente guión
giran ,al menos parcial y temporalmente las tres cuartas partes del argumento
de la obra,reservándose el autor la última parte para darle un vuelco radical.
Yo ,dejándome llevar por mi irrefrenable
glotonería,mientras escuchaba algunas de las intervenciones algo
intrascendentes de los actores,y bien
ubicado en tercera fila,no dejaba de reparar en las penurias y carencias que
adivinaba sobre el blanco mantel.Me flanqueaban Fernando Paco Chico y su adorable mujer Maribeli…y
no me resistí a susurrarles :”¡A esta mesa …le falta el vino!...Humm…No
sé..”.Recordé lo que pudo ser aquélla mesa nocturna cervantina del Sr. Monipodio,en
su albergue sevillano,también para indigentes,transeúntes,truhanes y
advenedizos..:”…el refectorio era como de medio celemín….y apostábanse a la
mesa hasta cinco caballeros…”Aunque es conocido y célebre el magro,rancio y
grotesco cocido que aquèllos “degustaron”…allí
se escanció abundante mosto fermentado…y aunque ,claro, luego pasó lo
que pasó,el resultado final no fué,nada más,ni nada menos,que ese RINCONETE y CORTADILLO,joya de las
NOVELAS EJEMPLARES y de la literatura española.Tampoco dejó de planearme
aquélla otra cena del Tenorio,en cuya
esotérica sobremesa,los vapores del añejo campan a discreción –“¡Fué el maldito
Cariñena …que se apoderó de mí!”-,resucitan al Comendador,convocan los
espiritus,para generar uno de los actos
de mayor tono dramático de nuestro teatro…En nuestra cultura ibero-romana y
judeo-cristiana…muy proclives a excesos,am brosias , trasnochadas,y alzamientos de vidrio ,las
cenas siempre han gozado del mayor porotagonismo , y así me las prometia yo
èsta noche….
La verdad.No sé si por mayor,que no por
viejo;si por estar ya algo avezado en estas lides…o por la influencia de un
repentino rebrote de la “lógica de lo
peor” de Jacques Monod…el caso es que lo del vino,ya digo,no me diò de
inicio, buena espina…Me constan,en propias carnes,los corrosivos estragos de
crearse “expectativas”….que no esperanzas…Quien espera ,ilusionada pero
sosegadamente…que ocurra algo bueno,ya disfruta imaginando su adviento,aunque
no llegue…Vive una placentera Epifanía.Como
quienes esperamos que nos visite la felicidad …”en la sala de espera de la
felicidad”….En su esperanza la encontramos…ya estamos felices.Sin embargo…quien
expecta…ansía….”exige “que ocurra algo
excesivo del objeto o del suceso…Y entonces, éste ,alertado,puesto en
guardia,se nos niega…Nos decepciona.Y nos frustra.Y yo,esta noche no iba de
simple espectador…sino, tal vez mal acostumbrado a la estela del autor,iba de
“expectador”Y como irresponsable, me
había dejado llevar por el referente y sugestivo título .Imaginaba que me
encontraria con una parvedad aun
neocristiana,pero con sus simbologías,con sus doce de Galilea.O con los del PatíbuloO con aquéllos otros Hombres sin Piedad,o me toparía tal vez
con un remedo de los ruines y
desagradecidos pordioseros de la ingénua Viridiana….en
la mágica,grotesca y surrealista mesa de BUÑUEL..e incluso con un Gurú o Maestro,papel que ,por cierto ,al Roberto
Mira actor,le iria como anillo al dedo..Que sintonizaría con una representación trascendentalista
,plagada de escatologías mistico-religiosas,teosóficas o moralistas,éticas o
tansgresoras,ortodoxas o irreverentes, pero alcanzando aquélla cota de
profundidad conseguida en su brillante “En
nombre de la Santa Madre Iglesia”.
Hablando de La Iglesia,cuentan que avezados“predicadores”
medievales de novenas,triduos, y de contumaces y densas homilías;maestros del
parlamento y de la diatriba ,como se decía de Fray Torquemada,de Savonarola,de Bellarmino,o
del dominico Bernardo de Claraval-paradójicamente,hoy ¡San Bernardo,después de haber sido uno de lo
màs ensañados pirómanos de inocentes desde el Santo Oficio!-…y en retener la
atención y tensión de los fieles,medían el grado de efectividad de sus sermones
,observando el nervioso movimiento cular
en sus asientos….Ahora añadiría yo también,el de mirar el reloj… Lo miro.Han
transcurrido casi tres cuartos de hora…y aquí no ha pasado “casi de nada”.Hasta
siete personajes ,por lo que hacen o dicen,netamente secundarios,uno más que
los de Pirandello,parece que “siguen buscando autor”.Y en esta ocasión, a fé
que en Roberto Mira ,como los del italiano,tampoco lo han encontrado.Ellos,
desasistidos ,sin papel ,sin guión en el escenario, y sin el otro ,en sus
aciagas y amorfas vidas reales,divagan ,como almas en pena con una fraseología
corta,prosaica,a veces ramplona, y superficial,sobre sus situaciones y
sentimientos particulares: la vejez,la memoria,el recuerdo,la exclusión,la
soledad,la desilusión,la tristeza,las dudas,el remordimiento,el sufrimiento,la
resignación,el perdón,destilando nostalgia y melaconlía,no exentas de ironía y
sarcasmo..Cada personaje,de distinta etilogia(un inmigrante,un jubilado,una
solterona,una dolescente,un italiano,una voluntaria,una señora digna…probablemente”
pobre vergonzante”) intenta en vano desnudarse psicológicamente.Pero acabarán
todos diluidos, haciendo unos mutis desdibujados,indefinidos,sin habernos
dejado,no ya un “retrato”;ni siquiera en la mayoría ,un simple boceto o
caricatura de su personalidad.En consecuencia,con estos mimbres ninguno de los
esforzados y voluntariosos actores logran salvar el canasto de sus representados y conferir
una mínima consistencia a sus
respectivos papeles.Sólo la naturalidad,desparpajo e intuyo también
improvisación y sus clarividentes aportaciones “fuera del texto”,de MONICA ESPIGARES,son capaces de redimir el
suyo,pese a sus fugaces apariciones.Al igual que las acreditadas“tablas” de Joaquín Grau,constituyen el
“salvavidas”para un su descafeinado Don José,atribulado por pretèritas
disensiones con sus hijos….A todo esto,èl único personaje
protagonista,D.Alejandro,encarnado por el propio autor,cuya presencia ni antecedentes en este comedor,se me antoja no aparecen suficiente ni
oportunamente justificados,se yergue en una especie de “juez y parte” mordaz,
de todos los demás,sancionando,apostillando ,y dando ,flaco contrapunto a las
intervenciones de los “invitados”.Sí,desde su papel,podría haberse atribuido ,a
modo de “narrador omnímodo”,el de la
balanza que suplementara la falta definición de la personalidad del resto.Quizá
no fuera esta la intención…Pero lo cierto es que no lo consigue.La mayoría de
sus parlamentos,a modo de contrapuntos màs o menos moralizantes,no pasan de ser
frugales,superficiales,colaterales,prosaicos,e incluso de “gags còmicos” que no
siempre gozán de la virtud de la oportunidad,….En
cualquier caso, muy lejos de profundizar ,analizar, o criticar los temas que
los personajes le “proponían”,al menos con la audacia y fina ironía a que nos
tenía acostumbrados.En esta ocasión,el
autor,a mi juicio para mal,…evita o rehuye entrar a “ estos trapos”.”Bien
está,si así os parece”.
Creo haberle oído o leído decir
a MIGUEL NARROS,uno de los eruditos
que más han hecho en ,con,para y por el teatro español,que “en una obra,algunos
personajes,por irrelevantes deberían hacer “mutis” ,muy al principio….y algunos
incluso,ni aparecer…”.Caigo ahora que sería algo así como aplicar el pricipio
“reduccionista” al teatro,que yo bautizaría como el teatro del “minimal”…Que
llevado por la imaginación al extremo,sería un teatro con pocos personajes …o
“ninguno”.O uno,protagonista,que no aparece.¿Se imaginan?,¡La gran “elipsis”!.Antecedentes
haylos,por lo menos en cine:ORDETTE,la
gran protagonista oculta de la genial
cinta de DREYER,-para mí,entre las
diez mejores de la historia del celuloide-,
prácticamente no se la ve,ni habla.Y nuestro hombre del delibiano NUEVE HORAS CON MARIO,tampoco.Vale; es que
los dos están muertos.Pero el “efecto” es el mismo.Resulta.Ya los autores de la
“nouvelle vague” y del teatro del “absurdo”
hicieron sus “pinitos”….Y a un Dürremaat
,o a un Höldering seguro que se les podría haber ocurrido,de haber sido
algo màs longevos.En pintura,sí se atrevieron, con sus cuadros “vacios”, Duchamps,Mondrian,Rothko….A aquéllos y a
éstos, les tildaron de locos…-el
austriaco autor del Hiperión era
esquizofrénico-.Pero ,señores,es que para “escribir” teatro,después de Esquilo,Eurípides o Aristófanes…o de
Calderòn ,o de Shakespeare…¡ hay que estarlo!.Ellos,mitos,probablemente
también lo estaban…
Los tratamientos recurrentes en la
vida,nunca han sido proverbialmente ni fáciles ni eficaces.”Nunca segundas
partes fueron buenas”…”Repetir,no es conseguir…”.” De segundas
nupcias…renuncias.”Sus evidencias,son manifiestas.Pero si nos ceñimos al
proceloso terreno de las artes,a la literautura,el panorama se obnubila ,se
complica,y su pronóstico,como el del tiempo,suele tender… a empeorar.Me estoy
refiriendo a la diagnosis en torno a la “ventura y desventura del amor,”
y ,en concreto,a uno de sus más manidos paradigmas : “ Amor loco…yo por vos…y
vos por otro”, eje argumental final de nuestra “La última Cena”.Es prolífico el uso y abuso que de él se ha hecho,sin salirnos de nuestra
historiografía dramática nacional:Gil Vicente,Torres Naharro,Lope de
Rueda,Rojas,Motalbán,Pedro Antonio de Alarcón,Duque de Rivas,Ramòn de la
Cruz,Moratin,Tirso,Lope,Calderon,Zorrilla,Benavente,Lorca,Pemán,Buero,
Mihura,Muñoz Seca,Jardiel Poncela….El censo,para no hacerlo
interminable debería reconstruirse a la inversa: con el de los autores “que no
han tratado el tema”,siquiera colateralmente,y la lista quedaría notablemente
reducida a pocos autores.Lo que nos conduce a disponer de un amplísimo espectro
de abordajes estilísticos(desde el drama,la tragicomedia,la comedia,el
sainete,el entremès,el esperpento,al astracán);acceder a un arsenal ingente de
títulos variedad argunental, y una inagotable tipología de personajes,muchos de ellos,verdaderos”
arquetipos “ del gènero , en nuestra
densa dramaturgia.Aunque el resultado de los centenares de obras emergentes,no
goza de la misma fortuna,su magnitud y compacidad,dejan muy pocos resquicios para acercarse a este
espacio, con propósitos de aportar originalidad. Un autèntico “campo de minas”
por el que Roberto Mira se ha aventurado –y le aplaudo-en esta
ocasión,arrostrando altísimos riesgos.”Y alguna o varias de ellas…-pese a sus
evidentes prevenciones-,le han volado LA
CENA”.En efecto; a pesar de que el anodino discurso del guión,intenta redimirlo
con un aldabonazo final,por la via de la sorpresa,a modo de un “órdago
dramático” inesperado,el efecto no termina de conseguirse.Porque,sobre todo ,es
muy tardío,el antídoto se lo inocula demasiado al final:la obra “ya estaba cocida”. Y ,ante todo,introduciendo un soporte
argumental muy forzado ,tanto en la situación como en la espacialidad y temporalidad.Y se torna,por tanto,poco
creible: La señora mecenas del Centro,se revela ser la hermana ,de un pretérito
amor no correspondido de D.Alejandro,de cuyo aborto se autoculpa,reconociendo sus maquinaciones
para frustrarlo,y “justificadas” por la pasión que ella misma ha mantenido en
secreto por el protagonista….Tras estas mutuas confesiones ,armadas sobre un
diálogo ahora màs intimista,y por
ello,quizá en el cuadro más salvable y
convincente de la obra,se entabla una oferta de “negociación”,en un intento de rescatar
una versión residual ,paliativoa o
convencional al menos,de aquél amor perdido….Pero,”no fue posible la
paz”….y el muchas veces repetido y despiadado carcàn del “Amor loco…” o en
versión caderoniana,”El mayor
encanto,amor…y el mayor mosntruo…los celos” vuelve inexorable a lapidar,colocando su amargo epitafio en la caída el telòn.
Sì,a esta Cena le ha faltado la chispa del
vino.Y claro,Las Musas,Los Dioses,muy proclives a banquetes y libaciones;c omo
Dyonissos y ,en particular Thalia….no acudieron.
ALICANTE,Junio,2015
FERNANDO ORTISSO