El PP iba tan bien hasta que saltó el caso Bárcenas, esta
fue la perdida de popularidad, antes se había resentido con el caso Camps y la
Gürtel, y el caso de Sonia Castedo que le ha costado la alcaldía de Alicante al
PP, luego los gastos de Rita Barberá y la incompetencia de Alberto Fabra de la
Generalidat que parecía un títere de Rajoy. El caso de Rafael Blasco por desvío de fondos. El rescate de los Bancos. El caso de la desobediencia a la policia local de Esperanza
Aguirre (en un asunto de Tráfico que quedó sobreseído), le ha costado PP su plaza principal como Madrid, una mujer rueda de la
fortuna que servía para todo, y que dimitió de la presidencia de la Comunidad
de Madrid, por asuntos personales, cómo pudo caer Rajoy en este error, al creer que la popularidad de
Aguirre era su mejor aval. Cuando el ciudadano percibía que ella no era de
fiar. ¿Dónde estaban lo asesores de la Moncloa? Habrá que despedirlos a todos.
Luego le siguen la subida del IVA, y de los impuestos, los
recortes sociales, la Seguridad Social que es un desastre, la ley de
dependencia, la ley del aborto y Gallardón, no menos con la Educación con
despedidos de interinos, la no oposiciones a funcionarios, el paro que llegó al
26 %, la emigración de nuestro jóvenes a
buscarse la vida fuera de España, el robo de la paga extraordinaria de Navidad
de los funcionarios, por austeridad cuando ellos, se estaban metiendo, por lo
bajini, sobresueldos de Bárcenas, y consejeros y directivos de Cajas las tarjetas Black. Cada día nos
desayunamos con un caso de corrupción.
Por ello, el castigo infligido al PP es el resumen de que la
ética de los españoles está muy alta, y somos ya expertos demócratas, que a
aquellos que se les ve el plumero, se les releva de sus cargo. Y es verdad que
la herencia de Zapatero fue nefasta, por eso el PP ganaron por mayoría las elecciones
posteriores.
Luego Rajoy, “el del plasma”, no es un hombre con carisma, ni líder que da
la cara, dejó a Cospedal y a Santamaría que hablaran por él. Se dedicó a los
discursitos del Congreso y viajes a Bruxelas se acabó. Cuando perdió dos millones y medios de votos en 24 de mayo, no salió a dar la caras, volvió a refugiarse en Santamaría, y todavía no se lo cree ni lo ha asumido.
Los españoles hemos cambiado, no le tenemos miedo a los
cambios drásticos con tal de que se castigue a quien lo ha hecho mal. Y mucho
ha de espabilar si no quiere perder las elecciones legislativas del próximo
noviembre. Porque la gente está muy bien informada y no quiere ninguneos ni más recordes de la Troika, por eso las plataformas ciudadanas han tomado el poder de Madrid, Barcelona y otras ciudades. Creía Rajoy que su salvavidas era la economía, cuando por otro lado, los empresarios no contrataban en la medida de sus beneficios (una traición), mientras los sindicatos UGT y CC.OO se habían quedado mudos y sumisos.
A la ciudadanía no le importa apretarse el cinturón, pero lo que no quiere son mentiras, y que luego que otros no se lo aprieten.
La sociedad española ha cambiado mucho. Los jovenes estudiantes, y jovenes parados se han vuetlo reivindicativos y rebeldemente indigando.
Ha desparecido el uso y los simbolos de la corbata, ahora todos estás descorbatgados.
La mayoría de los nuevos alcaldes no la llevaban en su tomas de posesión. Ha cambiado y ahora tarde no damos cuenta. ¿Qué hicimos por ello? nada, que sde las apañara por su cuenta, pues eso han hecho, apañárselas.
A la ciudadanía no le importa apretarse el cinturón, pero lo que no quiere son mentiras, y que luego que otros no se lo aprieten.
La sociedad española ha cambiado mucho. Los jovenes estudiantes, y jovenes parados se han vuetlo reivindicativos y rebeldemente indigando.
Ha desparecido el uso y los simbolos de la corbata, ahora todos estás descorbatgados.
La mayoría de los nuevos alcaldes no la llevaban en su tomas de posesión. Ha cambiado y ahora tarde no damos cuenta. ¿Qué hicimos por ello? nada, que sde las apañara por su cuenta, pues eso han hecho, apañárselas.
Ramon Palmeral