(Publicado en Diario Información 20 de abril 2015) |
El 23 de abril se
celebra el Día Internacional del Libro, se tomó esta fecha en 1926, para conmemorar que en 1616 fallecían Cervantes y
Shakespeare. En todas las ciudades, y pueblos importantes de toda España se pondrán
casetas para la venta de libros, que se reserva a libros nuevos, y no antiguos,
pues estos tienen otra feria. A la feria acudirán los autores, son los días en
que el lector puede conocer a los autores. Unos venderán más que otros, y estos
otros, saldrán cabreados y desengañados porque no han visto recompensado ni su
esfuerzo, si su inversión. Ni todos los escritores ni pueden ser famosos, ni todos
los famosos son buenos escritores. Existe mucho escritor o escribidor bueno
pero anónimo bajo el corte certero de la cuchilla selectiva de la fama.
Pero cual es realmente
el problema del libro impreso, pues que se editan más títulos que consumidores
hay. Es una regla geométricamente proporcional inversa: muchos libros y pocos
compradores, para hacerle la zancadilla al autor están los e:book, que todo buen
lector de novelas tiene, porque son ávidos consumidores de el la tablet, y,
además de que los libros impresos cuentan más.
No es que el e:book
sea enemigo del libro impreso, es que son temas diferentes. El e:book, es cómodo
y te lo lleva a la cama o al sofá y lees tendido. En cambio el tocho del novelón
de mil páginas pesa y te deja la seña del lomo duro en el brazo, y las manos
dormidas. Los dos pueden convivir perfectamente, uno elije el mismo libro en la
dos versiones. Amazon y obras editoriales de venta de libros por demanda, tiene
las dos versiones a gusto del consumidor.
Estas semanas del
mes de abril son ideales para los fetichistas, aquellos que desean tener o
retener el autógrafo o la dedicatoria personalizada de su autor preferido, y
colecciona firmas u dedicatorias que son los menos. Pero surge un problema físico y que ya no ¡te caben en la biblioteca, y con esto de los pisos de 75 metros no puedes guardar muchos, no caben. Por ello se impone la donación de libros a salas de lectura o Bibliotecas públicas. Y venderlo es mejor olvidarte, no los quieren en las librerías de viejo. También podrías intentar venderlos por Iberlibro pero tiene el problema del IVA.
Pero en definitiva,
el problema del libro es que hay pocos lectores. Los libros no son caros si lo
comparamos con una entrada de fútbol, de teatro, discoteca, concierto, de ópera,
otros espectáculos, y no digamos el fugaz gasto
de una comida en un buen restaurante. Una buena botella vino, media, de
puede salir entre 20 o 40 € Un libro vale lo que vale un menú del día en un
restaurante medio. La diferencia es que uno lo guardas en la biblioteca y el
otro lo echas por el retrete, y muchas veces te da diarrea.
Lo del valor del
libro es relativo, depende con qué lo compares.
Los bibliófilos están desapareciendo. Las nuevas generaciones no coleccionan libros antiguos.
Los libros firmados más caros con de la generación del 27, especialmente de Federico García Lorca.
También los de Miguel Hernández o Antonio Machado con autógrafos o dedicatorias.
Los bibliófilos están desapareciendo. Las nuevas generaciones no coleccionan libros antiguos.
Los libros firmados más caros con de la generación del 27, especialmente de Federico García Lorca.
También los de Miguel Hernández o Antonio Machado con autógrafos o dedicatorias.
Ramón Fernández Palmeral
Escritor, poeta y ensayista anónimo.