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jueves, 26 de marzo de 2015

El coopiloto tuvo la voluntad suicida de estrellar el avion de Germanwings

   Según la investigación, Andreas Lubitz, de nacionalidad alemana, impidió el acceso a la cabina del comandante, que había salido al servicio, y accionó el sistema de descenso con la "voluntad de destruir el avión"
    Los pasajeros no se percataron hasta el final, mientras que el coopiloto alemán Lubitz no atendió a las indicaciones de los controladores de tierra pese a que siguió respirando en todo momento.

 El copiloto del avión siniestrado en Los Alpes franceses accionó de manera deliberada el descenso del avión, impidió al comandante volver a la cabina y estuvo vivo hasta que se estrelló el vuelo de Germanwings, con 150 personas a bordo. Esta es la explicación que ha dado este mediodía el fiscal de Marsella que investiga el caso, Brice Robin
   Lufthansa ha asegurado que Lubitz había pasado todas las pruebas psicológicas y que era apto para volar. Mientras, prosiguen los trabajos para recuperar a los cadáveres de los 150 fallecidos y los familiares comienzan a llegar a la zona.

 Seguridad en cabina
   En 2002, tras los atentados  del 11-S contra la Torres Gemelas y el Pentágono en Estados Unidos, las autoridades de internacionales de Aviación Civil reforzaron la seguridad a bordo de los aviones. Uno de los mecanismos que se introdujeron fue el bloqueo de la cabina de los pilotos, donde, además, se colocaron puertas blindadas.
    Un panel de números y clavez controla el acceso. Hay tres procedimientos. El normal, cuando un miembro de la tripulación quiere acceder a la cabina, lo solicita a los pilotos y son ellos los que abren desde dentro tras pulsar uno de los botones del panel numérico. Los otros dos son de emergencia: bloqueo de la puerta desde el interior del habitáculo, al sentir que alguien trata de acceder sin permiso; o acceso forzado al mismo al no tener respuesta del interior por cualquier razón.