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martes, 11 de noviembre de 2014

La visita del Papa se le indigestó a Cotino.

Es la primera imputación a Cotino que pesa sobre el exdirector general de la Policía con Aznar, referente del sector cristiano del PP y padre político de Camps. Al adelantar al 13 de octubre pasado su abandono de la política tras 40 años, se evitó tener que dimitir de las Cortes forzado por la «línea roja» de Fabra. En la misma pieza de Gürtel están también imputados el exdirector de RTVV Pedro García y los miembros de la red Francisco Correa, Pablo Crespo y Álvaro Pérez. Para Cotino, puede ser el inicio de un via crucis judicial, ya que se ve salpicado por la presunta financiación irregular del PP vía contratos públicos a Sedesa (firma presidida por su sobrino Vicente Cotino), así como por el caso Bárcenas y la supuesta donación de 200.000 euros a Génova. La Fiscalía investiga asimismo si benefició a Gerocentros (participada por Sedesa) en las adjudicaciones de plazas de residencias. En el caso Brugal, hay conversaciones de su sobrino con el constructor Ortiz en las que se hablaba de que ayudaría a agilizar los procedimientos.
Dicen que unos 13 millones de € anda en juego.
Y es que esto de invitar a la Iglesia de Roma a compartir los espacios religiosos valencianos tiene su Santanás siempre con una espada de punta y casi en la rabadilla, donde la espalda pierde su nombre y que confuende con los caquis.