ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

domingo, 3 de agosto de 2014

Una obra de arte de casi tres kilómetros en el lecho del río Vinalopó en Elche

fotogalería
Aspecto ayer de una de las 174 parcelas en que se ha dividido el mural. / J. L.
  • Pese al intenso calor, los participantes se aplican con entusiasmo a decorar el cauce urbano del Vinalopó. Los artistas se muestran encantados con el 'Víbora II' y animan a organizar más iniciativas similares

En 1991, los artistas ilicitanos integrantes de Esbart Zero (Andreu Castillejos, Juan Llorens y Casto Mendiola) llevaron a cabo una iniciativa que quedaría plasmada en la historia de la ciudad. Artistas de todos los rincones del mundo se trasladaron a la ciudad con el objetivo de convertir el cauce del Vinalopó en un gigantesco mural. Aquella obra, que por su extensión -1,5 kilómetros de largo- llegó a figurar en el Libro Guinness de los Récords, recibió el nombre de Proyecto Víbora. Se llamó de esta manera por su forma zigzagueante y la cabeza de serpiente que lo decoró en uno de sus extremos.
Juan Llorens, único miembro vivo de Esbart Zero, se ha esforzado estos últimos años por repetir la hazaña, pero ninguno de los intentos realizados tuvo demasiado éxito. Una de las ideas que surgieron fue aprovechar el centenario del nacimiento de Miguel Hernández como impulso para la idea, pero aun así no se consiguió la repercusión deseada.
Ahora, 23 años después de la primera 'víbora', Llorens ha encontrado el apoyo que necesitaba en el Ayuntamiento y el coordinador de Cultura, Pablo Ruz, y desde el pasado viernes una nueva convocatoria de artistas ilicitanos, del resto de España y del extranjero, están creando una nueva piel para el lecho del río. En esta ocasión, la extensión del mural casi se duplicará: medirá 2.800 metros. Por este motivo la cantidad de material necesario, que entonces fue de unos 6.000 kilos de pintura, también aumentará. Esta vez habrá 10.000 kilos para repartir entre las casi 2.000 personas que se han inscrito.
El aumento en la afluencia de participantes se hizo patente ayer por la mañana, cuando algunos hicieron saber, a través de las redes sociales, que había menos pintura de la que se necesitaba. Debido a ello, los artistas tuvieron que compartir ciertos colores hasta que llegó un nuevo cargamento a la parte trasera de los cines Odeón, donde se recogen los materiales.
Dado el emplazamiento del mural, la pintura que reparten los miembros de la organización es respetuosa con la naturaleza y no se permite el uso de otras. No contienen metales pesados ni colorantes artificiales. Como medida adicional, se han colocado barriles de agua en la zona de paso de los corredores para que los artistas y sus ayudantes puedan limpiar las herramientas que usan.