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Pese al intenso calor, los participantes se aplican con entusiasmo a decorar el cauce urbano del Vinalopó. Los artistas se muestran encantados con el 'Víbora II' y animan a organizar más iniciativas similares
Juan Llorens, único miembro vivo de Esbart Zero, se ha esforzado estos últimos años por repetir la hazaña, pero ninguno de los intentos realizados tuvo demasiado éxito. Una de las ideas que surgieron fue aprovechar el centenario del nacimiento de Miguel Hernández como impulso para la idea, pero aun así no se consiguió la repercusión deseada.
Ahora, 23 años después de la primera 'víbora', Llorens ha encontrado el apoyo que necesitaba en el Ayuntamiento y el coordinador de Cultura, Pablo Ruz, y desde el pasado viernes una nueva convocatoria de artistas ilicitanos, del resto de España y del extranjero, están creando una nueva piel para el lecho del río. En esta ocasión, la extensión del mural casi se duplicará: medirá 2.800 metros. Por este motivo la cantidad de material necesario, que entonces fue de unos 6.000 kilos de pintura, también aumentará. Esta vez habrá 10.000 kilos para repartir entre las casi 2.000 personas que se han inscrito.
El aumento en la afluencia de participantes se hizo patente ayer por la mañana, cuando algunos hicieron saber, a través de las redes sociales, que había menos pintura de la que se necesitaba. Debido a ello, los artistas tuvieron que compartir ciertos colores hasta que llegó un nuevo cargamento a la parte trasera de los cines Odeón, donde se recogen los materiales.
Dado el emplazamiento del mural, la pintura que reparten los miembros de la organización es respetuosa con la naturaleza y no se permite el uso de otras. No contienen metales pesados ni colorantes artificiales. Como medida adicional, se han colocado barriles de agua en la zona de paso de los corredores para que los artistas y sus ayudantes puedan limpiar las herramientas que usan.