Muchas
han sido la torpezas del Rey (propias de un rey Borbón del XIX) en los
últimos años, desde la herencia de su padre en bancos suizos, los
negocios del yerno y la imputación de la Infanta Cristina, la amiga
Corina, la cacería de elefantes en Botsuana, el distanciamiento con la
Reina; a esto se le ha unido la fatiga de su mermada salud.
Sin embargo, hemos de reconocer que ha sido el mejor embajador
de España, desde aquel "por qué no te callas" a Chaves que tanto nos
enorgulleció. Hemos de reconocer todos los servicios que ha hecho a la
democracia desde el 23 F, su amistad con los países árabes, y la
estrecha amistad con nuestro vecino Marruecos. Y tenemos la suerte de
que su heredero Felipe VI ni es cazador ni es mujeriego.
Por otra
parte, es normal que en una Españal plural y democrática los partido de
tración republicana se manifiesten pidiendo la III República. Y no pasa
nada. Para cambiar la forma política del Estado habría que reformar el
art. 1.3 de la Constitucion del 78 que dice que España es una Monarquía
parlamentaria, lo que quiere decir que el poder no reside en el Rey sino
en el Parlamento o Corte Generales. Por ello pido tranquilidad para
aquellos ciudadanos de cierta edad que siguen asustándose cuando ven una
bandera tricolor. La llamada segunda transición hacia una III República
no se va a hacer.