La Selección española salió ayer con el paso cambiado, le
faltó hambre de gol, como dicen hoy los especialistas en esto del deporte rey
(perdón por lo de rey que luego algunos me censuráis). Parecía como si la
victoria estuviera hecha ante los tulipanes vestidos de azules, a quien se le
ocurre cambiar de color, por eso no les veían bien. La Roja con camisetas de
fuerza, de color blanco roto, pero roto de verdad.
Pero no todo está perdido amigos míos en esta pasión accidental del fútbol mundialista. La Roja se pondrá las pilas y nos darán grandes sorpresas y alegrías, y la chacha no saldrá llorando. Y es que IKer Casilla no dejaba de pensar en la Carbonero y despejó mal una entrega de la bola. Y Serio Ramos sin dejar de llamar por el móvil a Camas y preguntarle a Pilar Rubio por el niño. El de Sakira totalmente desentrenado con epilepsia en los cuadriceps. Y del Bosque se comía el bigote sin rechistar como si fuera un estropajo de caramelo, mientras el balón discorde se había hecho dueño de la portería española a las 5 de la tarde.
Las cuentas están claras: para depender de sí mismo, España debe ganar a Chile y golear a Australia. Y es que esto está hecho.
Pero no todo está perdido amigos míos en esta pasión accidental del fútbol mundialista. La Roja se pondrá las pilas y nos darán grandes sorpresas y alegrías, y la chacha no saldrá llorando. Y es que IKer Casilla no dejaba de pensar en la Carbonero y despejó mal una entrega de la bola. Y Serio Ramos sin dejar de llamar por el móvil a Camas y preguntarle a Pilar Rubio por el niño. El de Sakira totalmente desentrenado con epilepsia en los cuadriceps. Y del Bosque se comía el bigote sin rechistar como si fuera un estropajo de caramelo, mientras el balón discorde se había hecho dueño de la portería española a las 5 de la tarde.
Las cuentas están claras: para depender de sí mismo, España debe ganar a Chile y golear a Australia. Y es que esto está hecho.