Los grandes partidos se llevan un varapalo por el hartazgo de los votantes ante tanta corrupción. Suben los partidos minoritarios y la izquierda. Es lógico que en tiempos de incertidumbre y crisis la gente busque alternativas. Esto es solo un anticipo de las municipales del año que viene. Los gobiernos se han de convencer de que el poder lo tiene el pueblo cuando vota.