Se celebra la entrada triunfante de Jesús en Jerusalén.
Más de 6.000 palmas blancas saldrán de un pequeño taller de Elche. Las
hay de todas las formas y tamaños. Sin dibujos que les guíen las
trenzadoras siguen lo que les marca la propia palma. Paco lleva más de
seis décadas confeccionando palmas, un trabajo que pasa de generación en
generación y que comparten hombres y mujeres. La palma se mantiene diez
meses protegida de la luz. Después, experiencia y maña la transformarán
en una palma artesana. Como marca la tradición, el domingo de Ramos los
niños y adultos llevarán su palma en procesión. Los precios dependen de
lo trabajadas que estén.