Positivizar y relativizar:
Dos conjugaciones que nos pueden ser muy útiles en la práctica
de la vida cotidiana. Positivizar, deriva del adjetivo positivo, indica un ánimo
de superación que se identifica con el optimista que cree y confía que todos sus
proyectos son posibles y realizables, pero ha de conjugarlo con relativizar que
supone minimizar nuestros problemas en relación a lo relativo, es decir, que
nuestros problemas son relativos, según con quienes los compares, por ello hay
que bajar la tensión y nuestro sufrimiento a estatus inferiores, y pensar que
todo se arreglará, que el futuro nos espera siempre, y las cosas pueden ser
mejorables y mejoradas. Nos preocupamos en exceso del futuro cuándo en realidad es un tiempo que no podemos controlar.