¿Existe el secreto de la felicidad?
En realidad sí que parece existir, o al menos eso es lo que nos dicen
los investigadores que han estudiado este tema. Y lo mejor de todo es que el
secreto de la felicidad es algo muy simple y está al alcance de cualquiera,
en todo momento o situación.
Lo que los investigadores han visto es que la felicidad de las personas aumenta
cuando suceden cambios importantes en sus vidas, como iniciar una relación
de pareja, conseguir el trabajo deseado o hacer ese ansiado viaje al extranjero
pero, con el tiempo, el nivel de felicidad vuelve a ser el mismo de antes del
cambio para la mayoría de las personas. Sin embargo, no era así
para todos. Hay algunas personas que sí parecen conocer el secreto de
la felicidad. Estas personas buscan activamente y experimentan esos cambios
en sus vidas pero, lo más importante, saben apreciar lo que tienen durante
mucho más tiempo que los demás y no empiezan a desear otras cosas
enseguida. Cuanto antes te hartes de lo que tienes ahora en tu vida (en tu momento
presente) y empieces a desear cosas nuevas, menos feliz serás.
En un estudio realizado por la Universidad de California entrevistaron a 481
personas acerca de su felicidad. Aquellos que experimentaron un cambio positivo
en sus vidas se sintieron más felices. Sin embargo, tan solo seis semanas
después, sus niveles de felicidad volvían a ser los mismos de
antes. Por tanto, si crees que alcanzar eso que tanto deseas te traerá
la felicidad, piensa que es posible que así sea, pero también
es posible que esa felicidad que deseas te dure tan solo seis semanas, a no
ser que seas capaz de seguir apreciando, valorando y siendo consciente de lo
que tienes conforme pase el tiempo. Eso solo se consigue viviendo en el presente,
disfrutando de lo positivo que existe en tu vida y no ocupando demasiado tiempo
en soñar con algo mejor.
Por supuesto, esto no significa que no haya que tener sueños, ni desear
cambios. No olvidemos que son esos cambios y experiencias positivas los que
hacen que aumente la felicidad, pero para mantenerla solo tienes dos opciones:
o buscas un cambio importante cada seis semanas (algo que puede ser muy estresante
para muchos y probablemente bastante complicado para la mayoría) o aprendes
a valorar lo que tienes durante el mayor tiempo posible.
En la investigación de la Universidad de California, la mayoría
de las personas estudiadas se acostumbran a ese cambio que les ha hecho felices
y "dejan de ser felices porque siguen queriendo más y aumentando
sus estándares o porque el cambio ha dejado de aportarles nuevas experiencias
positivas. Por ejemplo, dejan de hacer cosas divertidas con su nuevo novio y
empiezan a desear que fuese más atractivo". Pero unos pocos eran
capaces de apreciar lo que tenían y continuar teniendo nuevas experiencias.
Eran, por ejemplo, aquellos que seguían haciendo cosas nuevas y divertidas
con sus parejas, en vez de acostumbrarse a un estatus quo en la relación
y empezar a preocuparse por lo que falta, como hacen aquellos que no son capaces
de mantener ese aumento de la felicidad que sintieron en un principio.
En gran parte, esto se debe a una actitud pasiva respecto a la propia felicidad.
Cuando sucede un cambio positivo en tu vida que te hace feliz, no puedes esperar
que tu felicidad siga igual sin hacer nada para mantenerla, sino que has de
tener una actitud activa, encontrando la manera de experimentar cada día
de un modo nuevo eso que has conseguido y apreciar cada día lo que te
aporta. Tanto si se trata de una relación nueva como de una casa nueva,
si quieres mantener la felicidad que te aportan, deberás disfrutarlas,
tener con tu pareja o en esa casa todas las experiencias que puedas y no compararte
con lo que tienen los demás.