En 2011 escribí un artículo sobre los picaros y besamanos de este pais. Hoy tras lo que leemos de los mensaje de correo del hijo de Aznar y Blesa, lo confirmamos. Esta España siempre ha funcionado a base de recomendaciones, el enchufe de familia como en la mafia y lo que se llama en política tráfico de influencias.
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España es un país de picaros
Por Ramón Fernández Palmeral
Según
la Real Academia de la Lengua los picarops son personas de baja condición, ruines,
dolosos, falto de honra y de vergüenza, es decir, con mucha jeta. Son
astutos, taimados, ladronzuelos y "chorizos" que implica cierta
intención impúdica, maliciosos y no le importa causar daños, burlar y
sentirse impunes. En la Literatura española, son los protagonistas de
novelas de pícaros y lazarillos "El Lazarillo de Tormes" o "El Buscón"
de Quevedo, como persona de baja condición, astuta, ingeniosa y de mal
vivir. Sancho en el Quijote es una modelo de pícaro rural, mundano,
reflejo del pueblo.
Otras características del pícaro es el
besamanos, lameculos, apaniguados, folklóricos, pelotas, ventajistas,
pasilleros, y recomendados agradecidos. La existencia de una “amoralismo
familiar”, repartirse el dinero entre unos pocos, corrupción galopante.
Por lo general, y hay estadísticas, es que los españoles a la hora de
comprar tenemos la sensación de que el otro nos va a engañar,
desconfiamos de la honradez de los políticos, funcionarios, no creemos
en su honradez del comerciante, que aún tiene fama de judíos o moriscos
de la Edad Media.
No creemos en su honorabilidad, eso genera una
desconfianza endógena y endémica, que llega a la memoria de las
células. Por lo tanto es necesario una transparencia y una renovación en
nuestra forma de vivir y gestionar nuestra vida laboral, fiscal y
social. Nuestra cultura, nuestro complejo de interioridad y nuestra
religión católico-cristiano, condicionan la vida hacia no confíes en ti
mismo, sino en el poder del cura del pueblo y del cacique señor de
tierras y derecho de pernada. Parece como si no hubiéramos salido de la
Edad Media. Y así nos va, que no generamos confianza en Europa ni ante
los grandes financieros, por no se fían de nosotros. Piensan que somos
bomberos: pirómanos, creamos incendios para luego apagarlos. Sembrar
pinos para lego quemarlos.
El sistema autonómico (17 en España)
tiene tanto poder, que la relación entre los administradores y
administrados es abismal, es volver al caciquismo y al amiguismo.
Eurodiputados que no quieren viajar en clase turista, considerándose,
como es cierto, es clases privilegiadas. Somos esos que por el día
vitoreamos al Rey y por la noche conspiramos con la República.
Actualmente el espíritu de la picaresca no queda ya en gente de baja
condición, sino que se eleva a directores, consejeros, asesores de
bancos, cajas de ahorro, empresas, etc, etc, que directa o
indirectamente la mano en la caja o se autoconceden créditos blandos o
pasan impagados.
La única solución posible es que la Justicia sea
verdaderamente independiente, Jueces valientes y sin miedo al poder.
Además si los Fiscales fueran electos como los alcaldes, y responsables
ante los ciudadanos no ante el Estado que son quienes les contratan.
La
crisis que vivimos agranda al pícaro español en plenitud, capaz de
inventarse mil triquiñuelas para no aceptar las leyes, las normas y
alterar la convivencia. Por ellos los mercados nos atacan por toda
partes. Aunque hemos exportado la figura del pícaro a otros países
europeos donde también hay corrupción, aunque parece que menos.
4-08-2011
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