Enviar la localización por Whatsapp, buscar el prospecto de un
medicamento en Google, consultar la cuenta corriente a través del smartphone
o simplemente recibir y enviar correos electrónicos son algunos de los
actos cotidianos que cada día millones de usuarios de la Red realizan a
través de sus dispositivos electrónicos. Que nuestra rastro digital deja cada vez más pistas sobre nuestras preferencias o hábitos de consumo no es algo nuevo. Pero el impacto de las revelaciones sobre el ciberespionaje masivo de la NSA o el GCHQ está convirtiendo el debate sobre la privacidad en Internet en un tema primordial que cada día despierta más interés.
Fruto de esta corriente que aboga por la seguridad en Internet surge
el creciente interés por encriptar documentos, archivos y conversaciones
para intentar escapar de la inevitable exposición a la que nos
sometemos cada vez que nos conectamos. Prueba de ello son eventos como
el 'Cryptofestival' que se ha celebrado simultánemente el pasado fin de semana en varias ciudades del mundo. La edición de Londres, celebrada en la Universidad Goldsmiths, ha impartido conferencias y talleres gratis y para todos los públicos. El
objetivo es que enviar emails encriptados o chatear con el móvil de
forma completamente segura ya no sea sólo cosa de espías o informáticos.