Cada mañana salgo a la plaza de la Viña con mi mente abierta y mi estómago recién adobado de desayuno, hasta que tengo que ver cómo los perros se ponen a cagar delante de mí y los dueños a recogerles el zurullo blandito y calientee de la mierda con la bolsa de plástico y tirarla al contendor, lo cual me produce un asco terrible y tengo que vomitar. Es que todas las mañanas lo mismo. Me gustan los perros pero no verlos cagar. Lo siento por los dueños de perros pero esto me provoca vómitos. Los propietarios de perros deberían pagar una tasa por el gasto que ello supone tener que contratar a más eprsonas de limpieza.