Entre amigos anda el juego
josé emilio munera 21.08.2013 | 05:15 /Información
Al tiempo que prepara una nueva andanada de ajustes, recortes y
subida de impuestos para aliviar su insoportable déficit, el Consell de
Alberto Fabra no tiene reparo en gastarse 300.000 euros del dinero de
todos en una pachanga de la selección española de baloncesto en
Castellón, tierra natal, como es sobradamente conocido, del molt
honorable, gran amante a su vez del bello deporte de la canasta. Sucede
que el dispendio del Ejecutivo autonómico por el dichoso partido ante
Polonia ha superado en muchos miles de euros el caché del equipo
nacional para el resto de «bolos» preparatorios del Europeo en otras
ciudades como Murcia y anoche en Santiago. Es indignante que un Gobierno
que aplica mano de hierro con los contribuyentes y los servicios
públicos sea tan pródigo con el «pan y circo» del espectáculo deportivo.
Cuentan sus más allegados que el president es buen amigo del nuevo seleccionador nacional de la cosa, Juan Antonio Orenga –castellonense también–, y que ambos jugaron juntos bajo el tablero cuando eran más jóvenes. Indigna tanta prodigalidad con el dinero público y conmueve este apego a los colegas de nuestros dirigentes del Cap i Casal. El antecesor de Fabra y ahora innombrable en muchos círculos populares, Francisco Camps (¿se acuerdan?), también invocó su amistad con Bernie Ecclestone mientras negociaba el ruinoso Gran Premio de Fórmula 1 en Valencia a razón de unos 35 millones de euros de canon anual. Sin saber aún si habrá o no carrera por el Puerto en 2014, el Consell necesita ahora rebajar ese coste y no sabe cómo, bajo amenaza de indemnización si la Generalitat incumple el contrato firmado en 2007 por el padelista Camps con el magnate británico.
Así se gestionan las grandes citas deportivas de la Comunidad: entre el despilfarro y la camaradería. Para cerrar el círculo, siempre contamos con el número dos del PPCV y titular de Gobernación y Justicia, Serafín Castellano, amigo de sus amigos desde el «caso Naranjax» a sus recientes cacerías con un contratista de la Administración. Amistad, divino tesoro.
Cuentan sus más allegados que el president es buen amigo del nuevo seleccionador nacional de la cosa, Juan Antonio Orenga –castellonense también–, y que ambos jugaron juntos bajo el tablero cuando eran más jóvenes. Indigna tanta prodigalidad con el dinero público y conmueve este apego a los colegas de nuestros dirigentes del Cap i Casal. El antecesor de Fabra y ahora innombrable en muchos círculos populares, Francisco Camps (¿se acuerdan?), también invocó su amistad con Bernie Ecclestone mientras negociaba el ruinoso Gran Premio de Fórmula 1 en Valencia a razón de unos 35 millones de euros de canon anual. Sin saber aún si habrá o no carrera por el Puerto en 2014, el Consell necesita ahora rebajar ese coste y no sabe cómo, bajo amenaza de indemnización si la Generalitat incumple el contrato firmado en 2007 por el padelista Camps con el magnate británico.
Así se gestionan las grandes citas deportivas de la Comunidad: entre el despilfarro y la camaradería. Para cerrar el círculo, siempre contamos con el número dos del PPCV y titular de Gobernación y Justicia, Serafín Castellano, amigo de sus amigos desde el «caso Naranjax» a sus recientes cacerías con un contratista de la Administración. Amistad, divino tesoro.