La redes sociales
Un ejemplo actual es el impacto que tienen las redes sociales en nuestro cerebro ya que disminuyen el grado de atención aunque a la vez desarrollamos otras partes de la materia gris, especialmente la amígdala, área asociada a la respuesta emocional, tal y como afirma Ryota Kanai, del Instituto de Neurociencias Cognitivas de Londres.
Llega un momento del día que hay tanta información en el cerebro que no puede dedicar tiempo a leer, estudiar o cencentranse; solamente nos dedicamos a abrir, confirmas, me gusta y se acabó. En realidad estamos engañando a nosotros mismo y a nuestro ramillete de amigos virtuales.
Cuando la persona se conforma con los amigos virtuales, abandona a los amigos personales, el tratom con los demás y se aisla en su mundillo virtual y ficticio. Abocan al aislamiento social.
Tanta información de noticias nos hace inmunes a la emitividad, llega un momento que no anestesiamos del dolor ajeno. Y sólo nos importa nuestro egoismo, nuestro yo.
Uso excesivo de Internet
Por
otra parte, Gary Small de la Universidad de California, advierte que el
uso excesivo de Internet (más de 10 horas al día) puede reducir
gravemente las aptitudes sociales de una persona, sin embargo, su
moderación representa una fuente sorprendente de ejercicios para la mente y atenúa la degradación del cerebro producida por la edad.
Hoy
en día, con las nuevas técnicas de imagen, increíblemente avanzadas
aunque todavía en desarrollo, se pueden "revelar diferencias
individuales en las conexiones cerebrales que ayuden a diagnosticar y
tratar enfermedades cerebrales", como explica Thomas R. Insel, director
del Instituto Nacional de Salud Mental estadounidense (NIMH).
Estos avances nos permitirán realizar un verdadero mapa físico y funcional del cerebro totalmente personalizado donde podamos ver no sólo la lesión neuronal, sino los cambios y las relaciones interneuronales, es decir, la neuroplasticidad.
Por eso, los profesionales que nos dedicamos a esta especialidad, la neurorehabilitación, estamos obligados a adaptarnos a las nuevas tecnologías y
al desarrollo del mapa neuronal, siempre teniendo en cuenta que "el
cerebro es algo flexible que se adapta según las necesidades del entorno
para poder sobrevivir".
Ejercios de memorización:
Aunque Einstein dijera que es mejor saber donde están las cosas que memorizarlas. También es impudente y negligente abandonar la capacidad de memorizar, de no "engordar neuronas". Existen principios que debemos de saber de memoria como por ejemplo la tabla de multiplicar, el orden de los números, las reglas gramaticales, la conducta social, urbanindad, los princios morales, los constitucionales (son nuestro derechos), educación para la ciudadía, el oficio.
Todo ejercicio memorístico: crucigramas, ajedrez, lecturas, recitar...etc, son puestas a punto del cerebro contra la demencia senil, el alzhemier y la edad. Nuestra edad es la de nuestras arterias y nuestro cerebro.
Ejercios de memorización:
Aunque Einstein dijera que es mejor saber donde están las cosas que memorizarlas. También es impudente y negligente abandonar la capacidad de memorizar, de no "engordar neuronas". Existen principios que debemos de saber de memoria como por ejemplo la tabla de multiplicar, el orden de los números, las reglas gramaticales, la conducta social, urbanindad, los princios morales, los constitucionales (son nuestro derechos), educación para la ciudadía, el oficio.
Todo ejercicio memorístico: crucigramas, ajedrez, lecturas, recitar...etc, son puestas a punto del cerebro contra la demencia senil, el alzhemier y la edad. Nuestra edad es la de nuestras arterias y nuestro cerebro.