La joven
sabia, el talento investigador, genial, el formado profesional… Se llevan de
nuestro país lo más querido, nuestros jóvenes, lo más imprescindible los
especialistas, investigadores, profesionales y técnicos. Nuestro gobierno, ha
dejado hacer a nuestros “socios” comunitarios –de
subterráneas intenciones- su política de apropiación de nuestros valores. No
supieron o no quisieron evitarlo, abocándose a obedecer al tirón del jugoso
bocado (A río revuelto ganancia de armadores),contribuyendo así al cohabitar, a
perfeccionar la estrategia de esos
sagaces y odiosos socios. Como
urracas se llevaron las joyas: el oro,
la plata, etc.,
Tuvimos
una pobreza muy numerosa, extendida, profunda… Tras la dictadura, la ambición
insaciable de los mercados(bolsas e inversores) enclavada en una ambición
exacerbada, crisis o peste global, llegada de EE. UU. En nuestro país con la
aquiescente ley del suelo, las injusticias, la corrupción generalizada, la que
trajo el lujo para muchos, ” negociaron con el ladrillo” y derrocharon, no
invirtieron en industria, pensando en el futuro; unidas a la ambición –que
jamás falta, máxime si se levanta la vigilancia- a las entidades bancarias.
El
resultado fatal en nuestro país; esta España de mayoría sencilla, trabajadora, diestra,
alegre; va a quedar con una llaga abierta, incurable por la pérdida de estos
jóvenes españoles forzados a exiliarse. ¿Hemos perdido una generación?. Estos
jóvenes españoles y no tan jóvenes que:
¡Tanta falta
nos hacen en estos momentos!.
© Manuel-Roberto Leonís, mayo 2013.