a. p. f. /Información. 6-II-2013.
Para llegar a las tres estrellas Michelin hay que ser más que un
extraordinario cocinero. Quique Dacosta ha tocado el cielo de la
gastronomía. Ayer, como presidente del jurado del concurso de cocina
creativa de la gamba roja de Dénia, demostró que es mucho más que un
alquimista de los fogones. No dejó pasar la oportunidad de ensalzar el
valor gastronómico de la gamba roja, de la que dijo que es "el mejor
marisco del mundo". Además, hizo un alegato a favor de la pesca
sostenible y de la necesidad de preservar "el patrimonio que tenemos en
el mar". Defendió que se tomen medidas contra la sobrepesca y abogó por
respetar los paros biológicos. "La gamba es nuestro petróleo rojo y es
importante que la tengamos para siempre". Este cocinero con tres
estrellas Michelin demostró, una vez más, su respeto reverencial por la
tierra (y el mar) de Dénia y por sus productos gastronómicos.
Pero el
foco no estaba ayer en Dacosta, sino en la gamba roja y en los ocho
cocineros que se disputaban el título de elaborar el mejor plato. Los
laureles se los llevó Matías Fernández, jefe de cocina y propietario del
Quinoa Restaurant, de Falset (Tarragona). El premio fue para él una
sorpresa. "He visto los platos y el nivel era muy alto. No me lo
esperaba". Este chef, que está acostumbrado a cocinar con gambas de
Tarragona, admitió que la gamba roja de Dénia "es espectacular". La
presentó como un tartar con caviar de aceite de oliva, algas, matices
picantes y emulsión en su jugo.