Maite Hernández tuvo que solicitar una excedencia en su trabajo en una fábrica de artes gráficas y papel de Alicante para cuidar de su hija y su madre, ambas consideradas "grandes dependientes" y con un grado de discapacidad reconocido legalmente del 79% en sendos casos.
Para poder atender a su madre, que sufre la enfermedad de Alzheimer, fue dada de alta tras recibir un curso como cuidadora no profesional y se le asignó una ayuda mensual de 468 euros.
Sin embargo, tras el recorte del 30% aplicado a medias por los Gobiernos central y autonómico y después de que se eliminaran las cotizaciones a la Seguridad Social de este colectivo, la cantidad se vio recortada hasta 398,33 euros en agosto de 2012 y cayó drásticamente a 37 euros el pasado mes de noviembre.
Según explica la afectada, que ya ha enviado su caso en una queja al Síndic de Greuges, "no nos han ofrecido ninguna explicación. Nos remitieron a una página web con unas fórmulas matemáticas que nadie entiende y aún no sabemos a qué se debe ese recorte tan brutal". Maite Hernández recuerda que una persona con Alzheimer requiere atención "las 24 horas del día" y un gran aporte de medicamentos: "Mi madre toma 26 pastillas todos los días y cada bote cuesta 50 euros", explica.
Dirección Territorial de Binestar Social.
Sanchez Zaplana. Cosellera Comunidad Valenciana