La pintura que sale del alma
12.02.2013 | 01:557información
Miguel Valor.-
Desde Alicante Cultura del Ayuntamiento lamentamos la pérdida del
artista plástico Enrique Lledó, uno de los nombres fundamentales de la
pintura alicantina del siglo XX. Llego del entierro y quiero dejar
patente mi emocionado abrazo para su familia y amigos.
Lledó ha sido un auténtico creador. Para él, la pintura tenía que salir del alma. Pintar era como captar una sensación, por eso trabajaba al margen de corrientes y escuelas. Fue amigo de artistas e intelectuales, como Manuel Baeza, Emilio Varela, Xavier Soler, Gastón Castelló, Rafael Azuar, Ernesto Contreras, Fernando Gallaré.
Pintor autodidacta, comenzó fabricándose él mismo los colores, comprando en polvo en las droguerías para añadirles agua y preparar sus tonos preferidos. Compartió tertulias en enclaves recordados de Alicante, como el Hotel Carlton, Miami, Restaurante Delfín.
Ha sido uno de los excelentes paisajistas españoles. Ha recorrido con su caballete y sus pinceles innumerables parajes de la sierra de Aitana. Plasmó su obra en numerosos paisajes de Guadalest, Altea, Benimantell, Teulada, el castillo de San Fernándo, etc. Abordó el retrato desde una óptica muy personal: se interesaba por personas en las que descubría determinados rasgos de personalidad, de lo contrario no empezaba la obra. Buscaba dar a conocer la psicología del personaje a través de sus trazos. La obra de Lledó sobresale también por sus bodegones.
El Ayuntamiento tributó al artista una exposición antológica en 2004, en la sala municipal de la Lonja del Pescado. Un recuerdo emocionado para este gran artista, que ha compartido su inquietud y su amor a la cultura con los mejores intelectuales de su generación. Desde el Ayuntamiento y Alicante Cultura, sentimos hondamente esta gran pérdida para Alicante.
Lledó ha sido un auténtico creador. Para él, la pintura tenía que salir del alma. Pintar era como captar una sensación, por eso trabajaba al margen de corrientes y escuelas. Fue amigo de artistas e intelectuales, como Manuel Baeza, Emilio Varela, Xavier Soler, Gastón Castelló, Rafael Azuar, Ernesto Contreras, Fernando Gallaré.
Pintor autodidacta, comenzó fabricándose él mismo los colores, comprando en polvo en las droguerías para añadirles agua y preparar sus tonos preferidos. Compartió tertulias en enclaves recordados de Alicante, como el Hotel Carlton, Miami, Restaurante Delfín.
Ha sido uno de los excelentes paisajistas españoles. Ha recorrido con su caballete y sus pinceles innumerables parajes de la sierra de Aitana. Plasmó su obra en numerosos paisajes de Guadalest, Altea, Benimantell, Teulada, el castillo de San Fernándo, etc. Abordó el retrato desde una óptica muy personal: se interesaba por personas en las que descubría determinados rasgos de personalidad, de lo contrario no empezaba la obra. Buscaba dar a conocer la psicología del personaje a través de sus trazos. La obra de Lledó sobresale también por sus bodegones.
El Ayuntamiento tributó al artista una exposición antológica en 2004, en la sala municipal de la Lonja del Pescado. Un recuerdo emocionado para este gran artista, que ha compartido su inquietud y su amor a la cultura con los mejores intelectuales de su generación. Desde el Ayuntamiento y Alicante Cultura, sentimos hondamente esta gran pérdida para Alicante.