Ignacio Urdangarin Liebaert, de 45 años, es de Zumárraga (Guipúzcoa),
aunque creció en Barcelona y es el penúltimo de los siete hijos que
tuvieron Juan María Urdangarin Berriotxo, un ingeniero industrial vasco,
fallecido en mayo de 2012, y Clara Liebaert, de ascendencia belga.
Estudió
en los Jesuitas de Barcelona, un colegio en el que empezó a jugar al
balonmano, y en los Marianistas de Vitoria, donde terminó el
bachillerato.
A los 18 años, comenzó a jugar en el Barcelona, donde desarrolló toda su actividad deportiva hasta el año 2000, en el que anunció su retirada.
Empezó
entonces la trayectoria del otro Iñaki, empeñado también en tener éxito
en su nueva faceta profesional y que ha terminado por derrumbar su
imagen.
Miembro primero y vicepresidente, después, del Comité Olímpico Español,
trabajó en Octagon Esedos y Motorpress Ibérica, compañías de marketing
deportivo, antes de fundar, en 2004, Nóos Consultoría Estratégica, cuyas
actividades investiga ahora el juez.
Cuando en marzo de 2006 fue nombrado consejero de Telefónica Internacional
y trasladó su residencia a Washington, se produjo el primer
distanciamiento de Don Juan Carlos, que quedó patente cuando en
diciembre de 2011 y, tras semanas de informaciones y comentarios, la
Casa del Rey anunció que el duque dejaría de participar en actividades
oficiales por su conducta "no ejemplar".
Iñaki y su socio Torres tienen mucha cara, ni devuelven el dinero estafado, ni sueltan la fianza, ni lee embargan, (desahuios no) ni le van a meter en la cárcel. España en el corral del Quijote.