ARTICULOS DE OPINION


Revista digital de arte, cultura y opinión en Alicante. Enlace con POESIA PALMERIANA. En estas páginas no podemos estar ajenos a lo que pasa en España ni en el mundo. Dirigida por el escritor, poeta y pintor Ramón PALMERAL. Los lectores deciden si este blog es bueno, malo, o merece la pena leerlo. El periodismo consiste en decir lo que a algunos no les gustaría leer.

lunes, 28 de enero de 2013

Todas las mujeres son "pornolectoras" según Francesca Serra

Mujeres ´pornolectoras´

La crítica Francesca Serra analiza el fenómeno literario del 'porno para mamás', que nace con Madame Bovary





La crítica Francesca Serra.
La crítica Francesca Serra. EFE
EFE - Carmen Sigüenza / Madrid El llamado "porno para mamás", ese pseudogénero comercial acuñado por las editoriales y que encarna el fenómeno de "Cincuenta sombras de Grey", de E.L. James, tiene su origen en siglo XVIII, llega a su apogeo en el XIX con Madame Bovary y lo culmina Marylin Monroe leyendo el Ulises de Joyce.

Así lo afirma la ensayista y crítica italiana Francesca Serra, quien ha escrito "Las buenas chicas no leen novelas", un ensayo publicado por Península en el que dice de forma tajante que "todas las mujeres son pornolectoras", pero aclara que "de forma obligada desde que el libro se convierte en mercancía".
"Todas las lectoras lo somos, sin excepción", asegura la autora italiana a Efe, porque, en su opinión, esos arquetipos que se crearon a mediados del siglo XVIII, con la Revolución industrial y la novela como industria cultural, llegan heredados hasta nuestros días, "en los que las mujeres son las que más leen pero, también, las mayores víctimas de un mercado editorial machista".

Una mujer lectora que para Francesca Serra nació de forma más compulsiva y voraz que intelectual. "La mujer tiene ya a mitad del XVIII una iconografía muy concreta. Se trataba de una mayoría de mujeres que estaban leyendo casi desnudas, en ropa interior encima de la cama, y viendo esto me di cuenta de que se trataba de una alegoría perfecta", añade.

Y explica: "Las mujeres no solo leían con la inteligencia sino con otras partes de su cuerpo, con sensualidad y para comerse el mundo a bocados, porque así lo alimentaba ya el mercado, mientras que los hombres leían tratados, poesía u otros textos.