Es curioso, paradójico y triste, pero es la realidad que vivimos en Alicante. Dándose la circunstancia, de que siendo esta una tierra semillero de artistas y aficionados a la pintura, así como una ciudad donde hay múltiples eventos culturales y artísticos, sin embargo la respuesta del gran público es realmente exigua, tras las inauguraciones en las que sí suele haber un número aceptable de asistentes, por compromisos y los que siempre suelen ir a todo, un grupúsculo, comparado con los más de 300.000 habitantes, los demás días el número de visitantes es ridículo, y esto sólo pone de manifiesto la apatía y el pasotismo que existe hacia el arte y la cultura.
Tras contemplar una panorámica de cuatro décadas en la vida artística alicantina he podido observar como buenas galerías han ido cerrando una tras otra porque no se podían mantener, sin coleccionistas o amantes del arte.
Cuanta gente no conoce el MUBAG O el MACA y en estos no se cobra entrada, al igual que en otros sitios expositivos, pues a pesar de la crisis la gente prefiere ir a tomar algo o a divertirse de cualquier otra forma ajena al arte.
Considero que esto es así por varios motivos:
La idiosincrasia del pueblo alicantino, el poco apoyo de los medios de difusión que no dan eco que se merecen muchos eventos, y también la falta de apoyo institucional salvo excepciones.
Sería necesario una reacción por parte de los medios, de publicitar la cultura mucho más, y de crear alicientes hacia el arte desde la escuela, en la adolescencia, y que las instituciones y los políticos se volcaran tratando de vender mejor el arte y la cultura.
Pedro Ortiz.
Vicepresidente de la Asociación de Artistas Alicantinos
Miembro fundador del Grupo Vanguardia 5