Ya ha pasado el periodo obligatorio de huelgas programa por las temibles UGT, y CC.OO. sindicatos oficialista del gobierno imperante, para engañar al pueblo.
En la Huelga General del 29 de marzo hubo multitud de daños personales y materiales de millones de € para qué. Las noticias ya no salen en la televisión manipuladora. Ninguna habla de ellas, solo es silencio de los Juzgados (quemadores de la basura legal.
Los que promovieron y jalearon que las hordas (masa de gente indisciplinada y anarquista) salieran a la calle, ya no son responsable de nada. Por qué. Porque era una huelga autorizada. Ver mi artículo(La verdad sobre la huelga general)
Los sindicatos de la izquierda consentida, siempre están con la amenaza de sacar a la calle los dragones fantasmas de la que Republica de izquierda que en mayo de 1931, quemaron las iglesias y los conventos... Respetar la propiedad privada es el principio de toda Democracia. ¿Dónde vivimos en una anarquía o en una democracia?
La cuestión de estos avisos de un ciudadano independiente es que no os dejéis engañar por la televisión. Los problemas económicos en tiempos de crisis, se arreglarán, en los tiempos de hoy, (estamos en Europa) dialogando en el Parlamento Español y Europa, y no sacando a la calle inútilmente a los dragones de al huelga general que, como habéis visto era nada más que pan y circo para contentar a los sedientos de la impunidad y la indisciplina social, que solo llegan al barbarismo y al vandalismo, y a la destrucción de la propiedad privada o pública.
Los líderes sincales son los rsponsables ideológicos es estos daños. Han quedado impunes. Recuerdo que al líder sindical de los controladores aéreos en la famosa huelga de controladores, le cayó una pena. ¿Ahora no es lo mismo, o es una pantomima?
La huelga es un derecho, sí, bien, pero se tendrá que sujetar con arreglo a la Ley, y si no es así quienes las promueven son responsables de facto y de hecho. Quienes las organizan han de poner los medios de seguridad interna para que no se causen coacciones a la libertad de otro, daños personales o materiales.
Ramón Palmeral