Las palabras del Rey Juan Carlos I al salir esta mañana 18 de abril de la clinica donde ha sido operado, han sido "Lo siento mucho. Me he equivodado. No volverá a ocurrir".
Hay un dicho que dice que quien asume sus error inmediatamente asume un sentimiento de grandeza. Y esta ha sido la situación, a la que se ha visto obligado el Rey de España, ante la presión mediática, no ya de los medios de comunicación escritos, que siempre se pueden controlar con unas llamadas de teléfono, sino por los medios digitales de Internet, blog, tertulias, y demás cuarto poder, que hoy día son incontrolados.
La situación es la siguiente: Se fue Botwana sin permiso del Gobierno, de novillos como un cadete que se escapa del cuartel o de la guardia, ocurre el inesperado accidente y se destapa la infracción y el bote de los truenos, donde los republicanos han hecho leña del árbol caído, coincidiendo con el 14 de abril.
Las disculpas al pueblo están bien, pues el Rey, reconoce que el verdadero poder reside en el pueblo no en quien lo puso ahí, que fue Franco, y por vinculación en la Constitución.
Bueno, Majestad hasta la próxima, y que no nos enteremos.
