Así como una bella mujer, bien vestida y acorde con la ocasión, siempre realza su belleza natural, una buena obra de arte, si está bien enmarcada le ocurrirá igualmente que será el perfecto colofón y remate de la obra y también
nos hablará del buen gusto del autor si está bien elegida, pero esta labor no resulta nada sencilla, más bien todo lo contrario, como lo demuestra la práctica, todos hemos visto cuadros de una factura realmente aceptable o incluso
realmente buenos, que los han arruinado marcos inapropiados.
Aunque la enmarcación puede variar mucho según los gustos, bajo mi punto de vista, la enmarcación perfecta, es aquella que viste, centra y realza la obra sin que en ningún momento el marco le robe protagonismo ni atención por parte del espectador, a la obra que enmarca, siempre será bueno recordar que en la sencillez está la elegancia, alejándose esta última de modelos extravagantes que pronto pasarán de moda, el marco apropiado al cuadro nunca pasará de moda, y aunque actualmente se presenten muchos cuadros sin enmarcación, bien por justificación económica o porque se lleva, la verdad es que hasta los cuadros más vanguardistas, con un marco apropiado, por sencillo que éste sea, ganará en prestancia, la prueba evidente de que esto es así, es que en los certámenes, siempre pedirán que a lo sumo vayan con un simple junquillo, para que nadie lleve ventaja.
Ahora bien, antes que poner un marco inadecuado, bien por exceso o por defecto, es preferible dejarlo sin enmarcar, no es pues esta una cuestión baladí, y merece que se le dedique el tiempo necesario hasta dar con el marco que embellece y realza sin que se note, así pues que ustedes lo enmarquen bien.
Pedro Ortiz
Vicepresidente de la Asociación de Artistas Alicantinos