La corrupción es una de los mayores males de la democracia y sobre todo cuando ésta salpica a altos funcionarios o ministros del gobierno.
Cuando estos asuntos corrorivos se destapan se pone en marcha los mecanimos del Estado para su defensa. Por ello si José Blanco es sospechoso de corrupción, la jueza que lleva el sumario debe consultar con la Sala Penal del Tribunal Supremo para preguntarle si aceptan el caso y si quieren quedarse con la competenciael Tribunal Superior de Justicia, para ver si se le imputa, por ser aforado.
El supuesto testaferro es el primo:
Manuel Bran, primo político del ministro José Blanco que el empresario Jorge Dorribo ha señalado como supuesto intermediario para el cobro de comisiones a cambio de ayudas públicas, ha presentado este jueves en los juzgados de Lugo documentación sobre la relación de su empresa con laboratorios Nupel y ha solicitado ser citado a declarar como testigo en la causa por la 'Operación Campeón'.
Según declaró a los medios de comunicación su abogado, la intención es "clarificar la relación que ha tenido" la empresa Electricidad Espiñeira y Bran --que según las declaraciones de Dorribo ante la jueza sería la empresa a través de la cual pagaba en efectivo y a través de facturas infladas comisiones irregulares-- con laboratorios Nupel.
Según La Gaceta, Dorribo cobró una subvecnión de millón y medio de € en tiempos de la Galicia socialista que no figura en el B.O.E.
Otras opiniones:
¿Qué hacía todo un Ministro de Fomento del Gobierno español, que además es parlamentario y Ministro Portavoz del egregio gobierno de ZP, en una gasolinera de una carretera de Lugo, con nocturnidad y alevosía, metido en un coche oficial con cristales ahumados, reunido a solas con un empresario (que para colmo parece que también es un chorizo mercantil) hablando de "asuntos privados". Comprendo que Rubalcaba y sus bufones lameculos deban intentar exculpar a su “Pepiño” de la que se le viene encima, pero nadie, absolutamente nadie, en este país llamado España, va a creerse y tragarse que el tal Pepiño, al igual que Bono, Cháves, Rubalcaba, ZP, y no se cuántos socialistas más, sean unos santos varones, sino más bien que no son más que una camarilla de mentirosos estafadores cínicos traidores que han hundido a España en un estercolero político, económico, social y moral de dimensiones incalculables. Ahora, a esperar las explicaciones "geniales" del tal Pepiño, porque va a tomar muchas dosis de su propia medicina. Por la boca muere el pez.