Tenía Zapatero mucho interés en que hubiera en el Congreso un retrato del que fuera presidente de la II República, Manuel Azaña, que hace unos días fue inaugurado en el Congreso junto a otro retrato al del expresidente del Ejecutivo Adolfo Suárez, cuyos familiares no acudieron al acto por razones obvias, era claro el oportunismo político del PSOE, no se deben mezclar las churras con la merinas.
Azaña fue el espejo de Zapatero, su ídolo y trasnochado político, se había leído y aprendido sus discuros, Azaña fue un gran oradro e intelectual, pero un pesimo politico, que no supo reaccionar cuando el Ejercito se sublevó en julio de 1936. De igual manera Zapatero no supo reaccionar ante la crisis.
Y en qué se parece Zapatero a Suárez en las antípodas, Suárez unió a lso españoles en la Transición y Zapatero ha "cargado de un escopetzao" esa unión y ahora cada Autonomía se creen países dentro de España.
Los retratos son obras del pintor malagueño Daniel Quintero, también presente en el acto, ha tomado como modelo para el de Azaña la foto que él mismo entregó al Congreso para su ficha de diputado en 1931,.
A mí particularmenete el retrato de Azaña no me gusta, está flojo y no aportada nada a la pintura. No es de su mejores obras si los comparamos con sus paiseje de ciudades con edificio desequilibrados, que es su gran virtud.
