Las africanas trabajan el campo, recogen agua, leña, van a vender al mercado; cuidan el fuego del hogar, educan a los niños, atienden los ancianos... Y son verdaderas mulas de carga.
Cuando viajas por primera vez a África, lo que inmediatamente te llama la atención son los caminos llenos de gente que va de un lado a otro. Y sobre todo, ves a las mujeres llevando pesados cargamentos sobre su cabeza, sobre sus hombros. Sin embargo, la mujer es la persona que menos derechos tiene y la primera víctima en los conflictos. El reportaje nos muestra, sin embargo cómo algo está cambiando: las mujeres están rebelándose contra esta injusticia con lo poco que tienen y aprendiendo que si se unen pueden enfrentarse a los enemigos poderosos que las sojuzgan: el sida, la guerra y la tradición.
Se encontró con mujeres muy pobres que se enfrentan a su comunidad cuando quedan viudas y quieren obligarlas a casarse con un hombre. Mujeres cuyo afán es informar a otras, a las más jóvenes a prevenir el contagio del sida; mujeres que luchan por educarse para progresar. En Ruanda vimos cómo cuando llegan al poder, su esfuerzo se destina a la reconciliación entre hutus y tutsi. Es el país con mayor número de mujeres en el Parlamento y defienden que sobre todo sus políticas son sociales buscando el bienestar de las mujeres ruandesas. El equipo viajó a África habló con las mujeres de sus problemas y de su esfuerzo por defender sus derechos.
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