La canciller alemana, Angela Merkel, que hasta ahora se había mostrado inflexible en su negativa a permitir que el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera compre bonos de los países inmersos en la crisis de la deuda, está dando su brazo a torcer.
El portavoz del Ministerio alemán de Economía, Martin Kotthaus, ha admitido hoy que el gobierno de Berlín está dispuesto a derribar sus "tabúes" y ha señalado la posibilidad legal para que estas operaciones comiencen a llevarse a cabo.
El BCE lleva muchos meses pidiendo que se capacite al Fondo de Rescates para comprar deuda en el mercado, lo que permitiría a la entidad emisora librarse de esa tarea que no le corresponde y que daña su credibilidad en cada ocasión en la que se ve obligada a intervenir.