El periodista de Intereconomía Eduardo García Serrano ha vuelto a ganar a José Bono.
El Juzgado de Instrucción nº 5 de la Audiencia Provincial de Madrid ya había decidido archivar la causa por un presunto delito de injurias contra García Serrano por llamar "caradura" y "corrupto" al presidente del Congreso, pero el ministerio fiscal interpuso un recurso de apelación que ha alargado hasta hoy el proceso.
El Juez Arturo Beltrán recuerda en su auto que José Bono compró un piso en el que se hicieron unas obras cuyo importe, que desde la Gaceta se afirmó que había alcanzado un millón de euros, es una información nunca desmentida por el interesado, desde luego no con la escritura de compraventa, un documento que no incluye las mejoras realizadas. Además, el enriquecimiento no explicado de un alto cargo político y la mejora de sus familiares en un contexto de empobrecimiento social puede presentarse ante la opinión pública como reprochable tanto desde la ética como desde la estética.
"Caradura"
Respecto a la afirmación hecha por García Serrano de que José Bono es un "peligroso caradura", precisamente tras decir que "rapiña esos 800.000 votos" puede entenderse que se presenta una habilidad política censurable porque se basa en el "fingimiento y la apariencia".