El Debate de la Nación está siendo como para cortarse las uñas con guadañas, deprimente, aburrido, mitin más que análisis profundo de la crisis.
El cañonero de Ourense, Mariano Rajoy, elaboró golpes directos o "cross" a la cara, el siempre flemático Zapatero replicó iracundo, bajó la guardia y sangró en el pómulo. Rajoy continuó son su dinamita en los puños, abanico de ironía, retruécanos, metáforas y revoleras oratorias. Y sobre todo le repitió la cancioncilla de que los mercados y los españoles le han retirado su confianza.
Rodríguez Zapatero no dijo nada que no sepamos, ni habló de adelantar las elecciones pero tampoco dijo que continuaría hasta marzo. Se despidió con una lenta agonía, la bancada azul despertó de sus letargo y del juego de sus móviles para aplaudir sin alegría. Su entrenador "Alfredo" de Cantabria, estuvo a punto de tirar la toalla.
El presidente reiteró y nos explicó en que consiste una crisis, pero no aportó soluciones efectivas, sino dogmas de fe, porque la culpa es de la oposición que no colabora, es decir, se agarra a una entelequia de sacrificios colectivos. Para ZP lo importante es pagarle a los acreedores, y le importa un carajo las cuestiones sociales. Sobre la derrota electoral del 22-M, que no asume como tal, sino que los votos del PSOE se marcharon a IU y otras izquierdas, y por lo tanto en su dialéctica tonta, el PP no ganó, sino que hubo trasvase de voto dentro de la izquierda. Una izquierda que ha hecho recortes sociales: bajada de sueldo de los funcionarios, congelación de la pensiones, pedendencia y otros recortes. Pero según el de la “Ceja”, estamos mejor que antes.
Zapatero comprende a los indignados del 15-M aunque no comparte todas sus propuestas. Porque él lo sabe todo pero no se entera de lo que no le conviene, porque él no es culpable de nada, según le han orientado Sonsoles y sus psicólogos. Los perjudicados es de esta terapia somos los españoles, que necesitamos un cambio de equipo y entrenador ya.
Zapatero, el imposible vendido, se queda pero no sabe hasta cuando, porque en definitiva todo dependerá de lo que decida su entrenador “Alfredo”, el futuro candidato, a la espera de que todo mejore, aunque cabe el riego de que empeore.
El defensor del título ha quedado noqueado (pero no K.O.) en su último Debate de la Nación, aunque hoy 29, en el segundo asalto es posible que se recupere ante rivales de menor pegada.
Ramón Fernández Palmeral