La decisión de Carlos San Martín, el último de la serie de jueces que han instruido el caso Brugal, anula por falta de motivación gran parte de las conversaciones telefónicas, piedra angular de las pruebas de cargo esgrimidas por el fiscal Anticorrupción. Lo de "falta de motivación" quiere decir legalmente que las conversaciones habían sido captadas por casualidad, no motivadas suficientemente por la policía para ir directamente al caso. Esto no quiere decir que no sean verdad, sino que el procedimiento no está de acuerdo a la Ley de Enjuciamiento Criminal, donde la orden judicial ha de estar fundamentada para un determinado asunto, y por lo tanto, otras conversaciones no valen porque pueden atantar a la intimidad de las personas, y se desestiman. Este es el tranajo de los buenos abogados ingadar si ls pruebas tienen defecto de forma.
INFORMACIÓN:
El caso Brugal abierto hace ahora cuatro años para esclarecer, entre otras tramas, las circunstancias que rodearon la adjudicación de la contrata de la basura en Orihuela y la del plan zonal de residuos de la Vega Baja. Un caso en el que están imputados, entre otros, el presidente de la Diputación, José Joaquín Ripoll, y los empresarios Enrique Ortiz, Ángel Fenoll y Rafael Gregory y cuyas intervenciones telefónicas dieron origen a una veintena de piezas separadas, una de ellas la que se está investigando en Alicante por supuestas irregularidades en la tramitación del PGOU en la que están implicados la alcaldesa de la ciudad, Sonia Castedo, y el exregidor y actual diputado autonómico Luis Díaz Alperi. (¿pero el Mini-Cooper y los viajes existieron o no?)
Coincide todo con lo que escribí en mi artículo "La corrupción y la Justicia"
Los males de nuestra democracia alicantina, tan reclamada por los indigandos, esta semana, es la opacidad institucional, el silencio, el meter los asuntos sucios bajo la alfombra municipal, y tranquilos que nos han votado la mayoría. Con esta forma de actuary gobernar se desligitiman y surge la insolidaridad y el desprecio al orden en las calles. Y vemos que los políticos municipales van a la suya, caminan de perfil, salen por puertas traseras, olvidan las necesidades sociales y el empleo, y, como consecuencia se genera la confusión interesada entre lo público y lo privado. Luego desamparados por la Justicia que nos defrauda nos vemos otra vez en la calle a cacerolazos limpios y con detenidos.
Expresó y expresaré el rechazo más frontal contra los hechos conocidos y la evidencia, mientras no se demuestre lo contarario.
Ramón Fernández Palmeral
