La Alianza de Civilizaciones, proyecto de José Luis Rodríguez Zapatero, co-patrocinado por España y Turquía y avalado por Naciones Unidas, nunca fue una prioridad para EE UU. Hasta que Barack Obama llegó a la Casa Blanca. El Gobierno de George Bush se comprometió, de palabra y por escrito, a colaborar económicamente con la iniciativa, pero en el último momento dejó tirado al Ejecutivo español, que le acusó en privado de faltar a su palabra, de romper un "pacto de caballeros" y dejar "mal sabor" de boca con su falta de "honestidad".
Así consta en uno de los cables diplomáticos filtrados por Wikileaks a los que 20minutos.es ha tenido acceso a través del diario noruego Aftenposten. El autor de la bronca, que tuvo lugar el 13 de febrero de 2008 en la Embajada de EE UU en Madrid, fue Rafael Dezcallar, entonces director general de Política Exterior. El destinatario, Hugo Llorens, número dos de la delegación. Fue justo un mes después del I Foro internacional de la Alianza, el primero desde que se anunció su creación en 2004 ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York; su puesta de largo.
España preparaba para ese día una gran noticia: Estados Unidos había decidido asociar a la Alianza uno de los planes educativos del MEPI (Middle East Partnership Initiative), programa dependiente de su Departamento de Estado. El coste, de 1.200.000 dólares, sería asumido por ellos. Culminaba así un tira y afloja entre ambos gobiernos que comenzó en 2005 y en el que el exministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, intervino "personalmente" accediendo ese año a la donación de un millón de dólares al G-8 -las ocho potencias mundiales- para obtener a cambio el respaldo en este asunto. Pe