Un grupo de artistas pide que se entierre la Bienal de Arte Contemporáneo de Sevilla, a la que ven como un "cadáver" muy costoso.
Las autoridades políticas de Andalucía han hallado un valioso refuerzo a su decisión de suprimir las ayudas económicas a la Bienal de Arte de Sevilla, un “cadáver” que “no ha conseguido agradar a nadie, que la ciudad no demanda, que consume muchísimos recursos, con deudas por aclarar y con dudosa repercusión". Así la define la Plataforma para la Reflexión sobre Políticas Culturales que encabeza el artista Pedro G. Romero, representante de Cataluña en la Bienal de Venecia de 2009.
La plataforma de Romero ha solicitado al Gobierno andaluz y al de la ciudad que "retiren cualquier apoyo” a un encuentro que “ha gastado mucho y ha dejado muy poco" en Sevilla. Es por eso que no entiende que “en un año de recortes a la cultura, los responsables de la gestión municipal quieran resucitar un cadáver”.