(foto de Franchi)
NI LA LLUVIA NI EL CAMBIO DE HORA FUE IMPEDIMENTO
A las nueve de la mañana, que eran las diez del día anterior, nadie hubiera dado “un duro” por la posibilidad de que la 6ª Jornada de Pintura en Gabriel Miró se pudiera celebrar: la lluvia racheada por el viento, nos tenía refugiados a los madrugadores, bajo los aleros de tejados y balcones. Hora y media después, las previsiones optimistas vencían a las pesimistas que quería desertar, y el sol brillaba para asombro de unos y de otros. Especialmente para los que tomamos la decisión de enfrentarnos a la posibilidad de equivocarnos en nuestras previsiones y decidimos que la Jornada siguiera su camino y acertamos. Suerte, y la experiencia de veinte años catando el tiempo en el entorno de la bahía. ¡Menos mal, porque si no…¡ Adiós prestigio. Ja, ja.
A pesar de la lluvia y el cambio horario, que a unos, por despiste les hizo llegar antes de tiempo; a otros tarde, por esperar a ver si escampaba, cincuenta de los nuestros dieron lustre a la penúltima Jornada de este año, que como todas, tubo el encanto del encuentro con los compañeros y con el publico alicantino y foráneo, que acudió a última hora pero con las ganas del caracol cuando cesa la lluvia.
Carlos Bermejo