Recojo "palablos" de menostrecio de Guillermina Perales hacia nuestra Asociación de Artistas Alicantinos: "Son malas para la salud. Es preferible no verla. Retrógrados. Decadente. Aficionados. Incosecuentes. Sin sentido constructivo". Si ella buscaba guerra dialéctica, debe ecnontrarla, pues de los contario nos pisan los caballos.
Vista la lista de replicas en los comentarios veos que somos 5 ó 6 asociados los que hemos replicado a la señorita o señora Guillermina, quien se ha desahogado contra nosotros con toda libertad y faldeo. Sin embargo, muchos de los nuestros que tienen Internet no ha dicho ni una palabra, se mantienen ajenos como si no fuera cone ellos, como galeotes des una cuerda de presos que buscan un Quijote. Debemos achacarlo al carácter tolerante y poco reivindicativo de los levantinos, si esto pasa en el Norte (los mineros bien saben que la unión hace la fuerza), ella [Guillermina] tiene en la puerta de su casa una cencerrada día y noche. No se debe mirar por la ventana del ordenador y hacer como los conejos. Lo cómodo es no comprometerse, no quemarse o mejor dicho, no señalarse, asumiendo, consecuentemente que Guillermina Perales tiene razón. Que no puede ser entendida como una guerra entre dos boxeadores dialécticos. El contento, las sumisión y sálvese el que pueda solo nos lleva al intolerable desprestigio.
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Ramón Fernández Palmeral
